Skip to main content
NUESTRA OPINIÓN

NI APÁTICOS, NI INCAPACES.

By April 15, 2010May 9th, 2010No Comments
En Cuba lo importante es salir del esquematismo y buscar la evolución.

En Cuba es preciso erradicar esquemas obsoletos y buscar la vías que propicen evolucionar, sin llegar a un estallido social.

La desaparición de la Unión Soviética y el campo socialista, generó el aumento del descontento en Cuba, pero con la sóla excepción del llamado “maleconazo” a mediados de la década del 90, la situación, aunque crítica se mantiene más o menos igual y sin perspectivas a protestas populares.

Algunos consideran que los cubanos son incapaces de apoyar una queja y convertirla en un reclamo masivo, en alusión a su pacividad ante las reiteradas manifestaciones de las “Damas de Blanco” en La Habana y las huelgas de hambre, protagonizadas por miembros de la disidencia interna.

Incluso plantean, al abundar en el tema, que la apatía y la desmoralización de la población son factores importante que demora o impide un movimiento espontaneo de protesta masiva, sumando a los aparentes motivos, la inercia, la falta de fe en si mismos y la desesperanza, sin entrar en el análisis exhaustivo de otros factores vitales.

Es necesario puntalizar que la oposición, de marcado estilo anexionista, integrada por muchas organizaciones de escasa membresía, sin un líder natural y una plataforma política definida, cuenta entre sus dirigentes con un grupo de resentidos y personas de muy poco reconociento público, no confiables a los ojos de la población.

EL Gobierno de La Habana, encasillado en sus métodos desde hace 50 años, ejerce amplio control sobre los medios de información, por cuya razón el insípido quehacer de esas personas opuesta al régimen, es practicamente desconocido para las grandes mayorías, empeñadas en sobrevivir, y ajenas a esos trajines políticos.

La historia ha demostrado que para la ocurrencia de un estallido social, en cualquier parte del mundo, las condiciones deben de estar creadas, a partir de una combinación de factores y en el caso de la mayor de las Antillas, el descontento de una parte de la ciudadanía, no puede considerarse como elemento clave.

Es cierto que la propia letra de la Constitución de la República de Cuba, redactada en 1976, viola en algunas de sus partes la Carta Universal de los Derechos Humanos, mientras la aguda crisis económica imperante y la escasez agobian a la población, pero ese es un flagelo internacional, no inherente al socialismo.

Los cubano no aceptan las propuestas de los cuatro gatos que conforman la disidencia y muchos menos de las organizaciones asentadas en el sur de la Florida, porque hay que tener en cuenta que el socialismo, aunque pocas, a dado soluciones sociales, que son viejas quimeras en paises en vías de desarrollo.

Estoy convencido que los isleños quieren y buscan el cambio, pero sin renunciar a los logros del socialismo, y no necesariamente regresar abruptamente al capitalismo, porque lo que realmemente importa es alcanzar un sistema de bienestar y justicia social, y eso no quiere decir que seamos incapaces y apáticos.