Este hijito de papa, está preso por tráfico de drogas, pero no todos los cubanos somos iguales.
La manía de muchos cubanos residentes en el sur de la Florida, de desacreditar a sus propios compatriotas, resulta indignante y si por esa causa perdemos nuestro bien ganado prestigio en el mundo entero, será por culpa de unos cuantos que sin elementos de juicio se dejan llevar por hechos aislados.
Es conocido que nuestra prensa , dedica amplios espacios a reseñar acontecimientos negativos, sin prestar mucho atención a los múltiples ejemplos de cubanos trabajadores y honestos incorporados a la comunidad floridana en los últimos tiempos, y que se han adaptado al rigor de la vida laboral estadounidense.
Somos muchisimos los recién llegados a este país, incluso graduados universitarios de diversas especialidades, que tras dejarlo todo y ante la imposibilidad de desempeñarnos aquí en nuestras profesiones, hemos tenido que comenzar a trabajar en factorias u otros centros, con salarios muy bajos y desde luego sin derecho a seguro médico
Los sucesos que involucran a nuestros compatriotas en hechos de sangre, tráfico de drogas,cultivo de marihuana, fraudes al medicare, entre otros delitos, son ubicados en sitios estelares y destacados con amplios cintillos por la maquinaria mediática miamense, y esa es la razón por la cual algunos confunde la peste con el olor.
Recuerden que fueron los cubanos quienes convirtieron a la Florida en lo que es hoy y eso exigió una alta cuota de esfuerzo,talento y entrega absoluta al trabajo y si unos cuantos persiten en la malsana intención de vivir al margen de la ley, es necesario poner en claro, que no todos los cubanos son ladrones.
Los medios de comunicación son los encargados de divulgar las informaciones relacionados con el delito y es cierto que entre los cubanos, que llegan a esta tierra hay quienes evitan ganarse el sustento con el sudor de su frente y encuentran brechas, que propician el propio sistema social, para buscar billetes sin tirar un chicharo.
No pienso que a la larga los cubanos salgamos perjudicamos, pero es necesario mantenernos alertas y defender con entereza nuestros valores y evitar echarnos la tierra encima nosotros mismos como hasta ahora, así como salir al paso a quienes pretenden manchar nuestro prestigio de personas trabajadoras y honestas.
