Unos 50 millones de personas carecen de seguro médico en los Estados Unidos, el único país del mundo desarrollado, que presenta ese cuadro crítico, mientras la oposición republicana y la falta de consenso entre los democratas obstaculizan la reforma de salud propuesta por el presidente Barack Obama.
La cifra representa la sexta parte de la población de la poderosa nación, cuyo sistema de salud es el más costoso del orbe y por esa razón el mandatario prevee la presentación este miércoles de una legislación de emergencia, en caso de que fracasen los esfuerzos para alcanzar un acuerdo de carácter bipartidista.
Anualmente mueren en Estados Unidos unos 50 mil ciudadanos por carecer de cobertura de salud y aún así los detractores de Obama, se empeñan en acusarlo de socialista y plantean que en caso de lograr sus objetivos, los individuos perderían la libertad para escoger su médico o institución hospitalaria preferida.
Los estadounidenses, acostumbrados a su estilo de vida, no quieren ceder un ápice, incluso en detrimento de su propio bienestar y pugnan por evitar la introducción de un plan público para competir con las aseguradoras privadas, que reduciría los gastos gubernamentales por ese concepto, en favor de los más necesitados.