Entre mentiras y artimañas en cada jugada.
El golf constituye una de las pasiones de Donald Trump, pero sabías que el actual inquilino de la Casa Blanca es propietario de 17 campos de golf, a mayoría de ellos situados en Estados Unidos, pero además en Dubai, Irlanda o Escocia.
No es ningún secreto que ese deporte exclusivo constituye una de las pasiones de Donald Trump y asimismo, que ha triturado reglas, y con eso “ganarse en varios círculos la fama de tramposo”, según el diario The Washington Post.
La publicación a sentencia, que las ardides del actual mandatario norteamericano son tan alevosas que casi asombran y cita como ejemplo, que recibe ayuda de agentes del servicio secreto para dar patadas a las pelotas en sitios complicados.
Observadores recuerdan que Trump gastó 50,000 dólares en un simulador de golf que le permite jugar rondas virtuales, mientras hace un quinquenio, el mandatario pagó 60 millones más para comprar un lugar que utilizarían seis años después.
Sin embargo, le retiraron la promesa debido a conocidas expresiones racistas del magnate inmobiliario sobre los musulmanes y por varias manifestaciones de protectores del medio ambiente contra la eventual destrucción de su entorno.
Un granjero, que no quiso venderle su parcela, reveló la tensa conversación con Trump,
quien le llamó a gritos “idiota de pueblo” que vives en una pocilga de cerdos” y entonces el agredido respondió “y tú eres un payaso de Nueva York”.
Desde engañar a Tiger Woods hasta exagerar su hándicap, las artimañas de Donald Trump en los campos de golf son el tema de un nuevo libro del ex columnista de Sports Illustrated Rick Reilly, Commander in Cheat: How Golf Explains Trump (Comandante tramposo.
En un caso muy conocido, en el 2017, jugó una ronda con Woods y con Dustin Johnson, actual número uno del mundo y pareja de Trump, y el analista de golf de Fox Sports Brad Faxon, afirmó que no tuvo en cuenta dos pelotas que mandó al agua.