Anuncios que informa una cosa y luego es otra muy diferente.
Don Francisco promocionó por mucho tiempo en Sábado Gigante cremas rejuvenecedoras.(Foto Internet)
La publicidad y la propaganda armas del mercado para promover las ventas a gran escala, suelen presentarse a través de contenidos atractivos y sugerentes al consumidor común, pero en ocasiones esconden un sutil y deliberado propósito engañoso.
Los medios de comunicación favorecen tal empeño con énfasis en la radio, la televisón, las redes sociales, el servicio postal, periódicos, revistas y otros materiales impresos, y se recurre ellos en muchas ocaciones cuando la venta directa es ineficaz.
Si bien la publicidad pretende influenciar al consumidor para que compre los productos de bienes y servicio que aparentemente necesita, esta acción puede estar motivada por el convencimiento personal promovido por los mecanismos de propaganda.
La competencia entre los medios para repartirse el mercado publicitario es enorme y los concesionarios de autos son los que más incurren en falsas propuestas, difundidas de forma reiterada durante los siete dias de la semana y las 24 horas del día.
En Estados Unidos las tiendas, los mercados y otros establecimientos aprovechan las fechas patrióticas y de otra índole para promocionar ofertas, en función de estimular el consumismo, como se repite año tras años durante el llamado “Viernes Negro”.
Los anuncios falsos pueden inducir a las personas a la adquisición de algo que no quieren o no necesitan.(Foto Internet)
Los supermercados Public, radicados en Miami de reconocido prestigio por la calidad de los productos que expende, preconizan constantemente en sus anuncios comerciales que allí los compradores ahorran dinero, y eso no es cierto.
Los Senados, distribuidos por toda la extensa geografía miamense, cuando rebajan por ejemplo, la carne de res, imponen la compra de 10 dólares en el departamento de carnicería y algo similar sucede con el arroz, el aceite y el azúcar blanca.
Los centros dedicados al cuidado de salud no escapan al engaño que representa indicar exámenes innecesarios a los pacientes, y otro tanto ocurre con las clínicas de belleza al promover riesgosos tratamientos quirúrgico para mejorar la apariencia física.
El photoshop deviene la herramienta más utilizada y consolidada para la creación de “falsas realidades” en el mundo de la publicidad y el marketing, y así ocurre con los anunciates de formulas maravillosas para adelgazar o rejuvenecer.
La estrategia del engaño está reñida con el objetivo principal de la mercadotecnia que se define como la sana capacidad del vendedor de llevar al cliente hasta el límite de la decisión de compra y que al final del proceso, ambas partes resulten beneficiadas.
Se considera engañosa la publicidad o propaganda que induce a error, silencie datos o afecte económicamente a los destinatarios, o perjudique a un competidor, y cuantos avisos de todo tipo informan una cosa, que luego resulta ser otra muy distinta.
