El escritor y dramaturgo Arthur Miller llegó un día, a mediados de 1950, al estudio donde Marilyn Monroe rodaba As young as you feelen, y cuando ambos se encontraron quedaron conectados, pero él estaba casado, era un escritor serio, un intelectual de la élite judía y ella una persona superficial, frívola y su imagen pasto frecuente de la prensa amarillista norteamericana.
A Miller le cautivó la naturalidad de Marilyn y durante cinco años mantuvieron una relación discreta, porque el quería separarse amigablemente de su mujer con la cual tenía dos hijos, mientras la actriz desarrolló una fuerte dependencia paternal, tanto que lo llamaba “Papá” y él le decía “Hija mía” al parecer en un ambiente de cordialidad, alejado del contacto sexual.
La diva lo admiraba, era una relación maestro-alumna. Leia lo libros que él le recomendaba, encuentra un apoyo incondicional en él; pero no fue hasta el 29 de junio de 1956 en que sellan su compromiso, que duró casi cinco años, en medio de diferencias abismales, aunque ella aseguró en una ocasión sentirse protegida al lado del célebre personaje.
Los primeros años la pasaron muy bien y si ciertamente fue el romance más largo y estable de cuantos tuvo la estrella, el fugaz amorio de Marilyn con el actor Yves Montand; el alcoholismo, las continuas humillaciones hacia Miller y las crisis de personalidad acabaron con el matrimonio, caracterizado por las constantes infidelidades de la famosa rubia.marilyn-monroe-infidelidades/
Arthur Miller, considerado un brillante intelectual con veleidades de izquierda, casado con el mayor símbolo sexual de la historia del cine, fue victima de la caza de brujas y al ser acusado por simpatías comunistas por el cineasta Elia Kasan, rehusó revelar los nombres de los componentes de un círculo literario sospechoso de tener vínculos con ese partido político.
Su consagración definitiva se produce en 1949, con la presentación de la obra Muerte de un viajante (Premio Pulitzer) en la que denunció el carácter ilusorio del sueño americano y en mayo de 1957 se le declaró culpable de desacato al Congreso por haberse negado a revelar nombres de supuestos comunistas, sin embargo, en agosto de 1958, el Tribunal de Apelaciones de Estados Unidos anuló la sentencia.
La atmósfera de aquel tiempo se plasmó en Las Brujas de Salem inspirada en un acontecimiento real del siglo XVII para atacar la cacería dirigida por el senador norteamericano Mc Carthy de la que él mismo fue víctima, para en la década de 1950 publicar Recuerdo de dos lunes (1955) y Panorama desde el puente (1955), llevada con éxito al cine y al teatro y con la que obtuvo su segundo premio Pulitzer.
Miller apenas pudo creer que ella había muerto y escribió Después de la caída, para aclarar su relación con la sexual mujer; más tarde –en su autobiografía– la recordó con ternura como “aquella muchacha de oro” de la que había sido su amigo, su cómplice, su esposo y su padre y según la revista Vanity Fair cuando Miller murió en 2005 el anillo de bodas con Marilyn decía: “Ahora es para siempre”