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Los casos de pedofilia en el clero irlandés, conocidos durante el otoño de 2009 y nuevas revelaciones en países de Europa, así como en Estados Unidos, salpicaron a Benedicto XVI.

En ocho años el Sumo Pontífice encaró abrumadores problemas.

Joseph Aloisius Ratzinger, nacido en Baviera, el 16 de abril de 1927 era sólo un niño cuando decidió entregarse a la vida regiliosa, pero a los 14 años durante su estancia en el seminario San Miguel, el nacionalsocialismo alemán lo obligó a incribirse en las Juventudes Hitlerianas y más tarde ingresó en el sistema de estrategía nazi.

Casi al final de la II Guerra Mundial Ratsinger desertó, pero cayó prisionero de las fuerzas aliadas y al ser puesto en libertad se graduó de bachiller, para entre 1946 y 1951 estudiar Teología católica y filosofía y al queres romper esquemas tradicionales de la época en sus escritos, recibió severas críticas e incomprensiones.

Tras concluir su carrera académica se desempeñó como profesor universitario y asesor del cardenal Josef Frings, de Colonia y miembro del Concilio Vaticano II y en 1951 mereció el sacramento del orden sacerdotal, en 1977 fue nombrado Arzobispo de Munich y Freising y ese mismo año alcanzó el título de cardenal.

El 25 de noviembre de 1981 el Papa Juan Pablo II lo nombró Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, encargado en 1986  de la redación de un nuevo Catecismo de la Iglesia Católica y a la muerte del Sumo Pontífice, Joseph Aloisius Ratzinger, fue elegido como su sucesor, luego de dos jornadas de cónclave y cuatro rondas de votaciones.

El Padre Alberto Cutie  piensa que a pesar del  secretismo las cosas en la iglesia católica cambiarán.

El 19 de abril de 2005 ascendió al cargo de jefe de la Iglesia Católica con el nombre de Benedicto XVI y desde ese momento viajó a Estados Unidos, Alemania, España, Polonia, Turquía, Brasil, Francia, Australia, África, Portugal, Austria, Chipre, Malta, Gran Bretaña , Croacia, Benin, África, México y Cuba, así como a casi una veintena de ciudades italianas, como mensajero de la fe cristiana.

La renuncia

El 11 de febrero de 2013 durante una ceremonia de la Santa Sede, Benedicto XVI anunció que dejaba el pontificado, alegando problemas de salud, que le impedía continuar con su tarea y 17 días después esa decisión se comsumó, dejando a la Iglesia Católica Apostólica en medio en un marasmo que compromete su futuro.

En ocho años al frente de la institución el Sumo Pontífice encaró abrumadores problemas marcados incluso por los  diversos escándalos relacionados con abuso sexual, transgresiones del celibato y fuga de infomación, hasta controversias derivadas de desacertadas opiniones y polémicas decisiones.

En enero de 2009 un decreto papal levanta la excomunión de cuatro obispos integristas, de los cuales uno, el británico Richard Williamson, mantuvo públicamente posturas negacionistas del Holocausto de los judios por el nacismo, generó agudas críticas, al igual que su intento de eximir de resposabilidades al pueblo alemán.

En marzo de ese año declaró que no se podía arreglar el problema del SIDA con la distribución de preservativos que, al contrario, agravaban el problema mientras la veneración al papa Pío XII, cuestionado por su silencio durante el Holocausto perpetrado por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, suscitó fuertes protestas.

En un viaje a Brasil en 2007 el máximo representante del catolicismo afirmó que la evangelización de los pueblos autóctonos de América no conllevó en ningún momento una alienación de las culturas precolombinas y no impuso una cultura extranjera, guardando silencio respecto a las matanzas que acompañaron esas acciones en la región.

Según dos medios de comunicación italianos el Papa resolvió renunciar al cargo tras recibir un informe ultrasecreto de 300 páginas, redactado por tres ancianos cardenales, contentivo de las luchas en la Curia Romana por el poder y el dinero, así como el sistema de “chantajes” internos basados en debilidades sexuales.

Benedicto XVI trató de corregir en estos y otros casos el sentido de sus palabras y lo cuestionable de sus actos, pero para la comunidad internacional el desmentido como recurso deja margen a la duda y a la luz de los acontecimiento Jorge Bergoglio, nuevo pontífice hereda una iglesia sumida en el caos y la controversia.

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