El origen de la tradición de celebrarlos y el significado de su denominación
En la Edad Media, continuar en pareja sin que ninguno de los dos esposos muriera, era motivo de alegría y celebración muy importantes para el núcleo familiar y de esta lógica surge el festejo de los los aniversarios nupciales, que más tarde se asociarían con regalos.
En la actualidad los matrimonios que llegan a los 25 y 50 años respectivamente celebran las bodas de plata y oro, como las más conocidas y quizá las más significativas, y por supuesto los obsequios tiene que estar necesariamente relacionados con el metal en cuestión.
Lo cierto es que hay una material vinculado a cada año de enlace legal, desde el primero hasta el septuagésimo quinto (75), y se supone que el regalo que corresponde entre esposos, o el que deben recibir ambos, tiene que coincidir.
El origen de nombrar los aniversarios nupciales como de oro, plata, estaño y hasta cuero, se remonta a una época en la que realizar cualquiera de las acciones que mantienen a un ser humano vivo, eran verdaderas hazañas, dignas de reconocer.
Los componentes del presente simbolizan la solidez de la pareja y asi tenemos las bobas de papel, algodón, seda, cristal, porcelana, perla, coral, rubi y zafiro, así como diamante, platino y brillante, entre otros elementos en correspondencia con el año de la unión.