La historia de un hecho de sangre de ribetes sensacionalista ocurrido en La Habana.
La extraña muerte de la prostituta francesa Rachel Dekeirsgeiter, conceptuado como el crimen del siglo XX en Cuba y la fatídica suerte de Lola, que se dice resultó asesinada en La Habana a las tres de la tarde, en fecha sin precisar, constituyen hechos de sangre de ribetes sensacionalistas
Manipulados por los medios de comunicación del país al estreno de alcanzar fama, incluso internacional, esos sucesos se convirtieron en el gran negocio que supone la muerte violenta como noticia de impacto social.
Ambos asesinatos jamás esclarecidos, y que al parecer tuvieron como móvil el elemento pasional, quedaron impunes, como otros casos similares ocurridos durante de la época y que inspiraron centenares de notas periodísticas.
Minuciosos procesos judiciales en su momento despertaron el interés de la ciudadanía en uno y otro rincón de la isla caribeña como el de «La bella murciana» que vivía en un edificio de la esquina de Nueva del Pilar y Belascoaín.
El médico Edmundo Mas, la mató por celos y aunque tuvo repercusión en las primeras décadas del siglo XX, el más espeluznante resultó el de Celia Margarita Mena, “La Descuartizada”, desmembrada por su amante, el policía René Hidalgo.
Nena Capitolio
En estas y otras historias aun por contar las mujeres figuran como las victimas fatales, pero con María Luisa Grant Lamigueiro, conocida como La Venus o “Nena Capitolio” por su anatomía monumental, ocurrió todo lo contrario.
Ella fue encausada por el asesinato a tiros de su amante, Santiago González, estudiante y empleado del hotel habanero Bristol, a quien doblaba tranquilamente la edad y ultimó en la habitación de una casa de huéspedes donde vivían
A declarar sobre el suceso localizado en calle San Rafael, la mujer, que se había autoagredido, dijo, primero, que había sido un pacto suicida entre ambos y luego en legítima defensa, y claro, sus argumentos no convencieron a nadie.
La prensa amarillista de la era seudo republicana enrumbó a su manera los filones de sensualidad y sentimentalismo, tejiendo a partir de la conducta de los personajes implicados, las leyendas más peregrinas y encontradas.
El caso, escenificado a finales de la década del 30 del pasado siglo, y discutido con delirio, se inscribe como una de las jornadas más brillantes de la Policiología cubana de la época, y como era de esperar, hablaron los hechos.
En consecuencia el juicio constituyó un evento espectacular, tomado en cuenta las investigaciones de los doctores Israel Castellanos, director del Gabinete Nacional de Identificación, y Manuel Barroso, figura notable de la Medicina Legal cubana.
Lolita Capitolio o la Venus Asesina, fue hallada culpable del probado delito de homicidio y condenada a 12 años de privación de libertad, pese a las presiones que altas figuras de la política nacional intentaron ejercer a su favor.