½ libra Frijoles negros
1 ¼ litro Agua
1 Ají pequeño
1 Hoja de laurel
1 Cucharada de sal
30 ml Aceite
1 Cebolla
1 Ají grande
4 Dientes de ajo
½ Cucharadita de orégano tostad
1 libra Arroz canilla
1 Chorrito de vinagre
4 Cucharadas de manteca
4 Dientes de ajo, sin pelar, ligeramente machacados
MODO DE PREPARACIÓN
La noche anterior se escogen y lavan los frijoles.
Se le vierte el agua y se dejan en remojo tapados con un paño.
Al día siguiente se echan en una olla y se le añade la mitad de la sal y el ají pequeño
y la hoja de laurel. Se tapan y se cocinan, a fuego lento, hasta que estén blandos.
Se escurren y se mide el agua. Si no da un litro, se le añade más agua.
Se echa en la cazuela donde se va a cocinar el arroz con los frijoles, el aceite.
Se calienta y se le añade la cebolla y el ají picadito y cuando esté a medio sofreír se le añaden los dientes de ajo machacados con el orégano. Se deja que el sofrito esté en punto.
Se añaden los frijoles y el arroz y se revuelven bien en el sofrito.
Se añade el agua de los frijoles y el resto de la sal.
Se cocina a fuego vivo, hasta que rompa a hervir.
Se disminuye el calor y se cocina a fuego lento, tapado, hasta que el arroz esté blando y bien desgranado. Se rocía con un chorrito de vinagre.
Se sofríen los dientes de ajo con las cáscaras en las 4 cucharadas de manteca, hasta que se doren. Se quitan los dientes de ajo y se vierte gradualmente la manteca bien caliente en el arroz, rociándola con la espumadera.
Se cubre con papel cartucho y se deja reposar durante un ratito.
Se sirve caliente.