Casi medio millar de turistas recorrieron las calles de la capital de la isla caribeña.
La Habana se reanima por estos días finales de año con la llegada de un crucero británico cargado con casi medio millar de turistas, en la segunda de las cuatro visitas planificadas a la isla por el buque Marella Explorer 2.
Los vacacionistas arribaron en esa embarcación, perteneciente a Marella Cruises Restricted, del Grupo TUI, y de inmediato se desperdigaron por las calles de la ciudad, que en noviembre último cumplió 504 años.
“La parte antigua de la ciudad es muy hermosa y está muy bien conservada”, dijo a reporteros de la agencia china de noticias Xinhua el británico John Garling, quien por primera vez pisó las calles de la capital cubana.
Garling y su esposa Marie recorrieron buena parte del emblemático malecón habanero a bordo de un antiguo auto clásico descapotable de la marca Oldsmobile, que parece recién salido de la fábrica en Michigan, Estado Unidos.
“Es un buen cierre de año después de tantas penurias”, afirmó Mario Arteche, el dueño del vehículo de alquiler. “La recuperación del turismo ha sido muy lenta y nos ha puesto las cosas difíciles”, señaló el cochero Luis Fernández.
El turismo, principal rubro económico de la mayor de las Antillas después de la exportación de servicios médicos, recibió este año poco más de dos millones 450 mil visitantes, un 30 por ciento por debajo de la meta fijada