El impresionante récord mundial del equipo de voleibol femenino de Cuba.
“Las Espectaculares Morenas del Caribe” rompieron con la hegemonía de la Unión Soviética y el dominio de las Niñas Magas de Japón, al ganar por vez primera el Campeonato Mundial Femenino de Voleibol en 1978.
Bautizadas con ese apelativo, por el comentarista René Navarro, las chicas dirigidas por los legendarios Eugenio George y Antonio Perdomo, alcanzaron el Oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona, 1992, Atlanta, 1996 y Sidney, 2000.
En los campeonatos y copas del orbe el seleccionado de la mayor de las Antillas se adjudicó en cinco ocasiones el título y en uno el subcampeonato, mientras en el Grand Prix, gana dos de oro, dos platas y cuatro bronces.
Así en el torneo “Los cuatro grandes” lograron el primer lugar en tres ocasiones, en cuatro Juegos Panamericanos e igual número en las citas centroamericanas, para consolidarse como el mejor elenco de los años 90s hasta el 2000.
En aquella etapa integraron la sexteta; Mireya Luis, Regla Torres, Mercedes “Mamita” Pérez, Imilsis Telles Mercedes Roca y Nelly Barnet, así como Lily Izqu¡erdo, Idalmis Gato, Marlenis Costa, Regla Bell, Ana María García y Raisa O’Farril.
En la memoria de los cubanos.
El debut de las cubana en la olimpiada de Munich 1972, llamó la atención a los aficionados por el color de la piel, la estatura y fortaleza física de las muchachas y en evento obtienen el sexto lugar en la antesala de sus grandes éxitos.
El conjunto estuvo formado, entre otras, por el trío de las Mercedes: Pérez, Roca y Pomares, así como Magalys Carbajal, entre otras, y en las citas estivales de Montreal 1976 y Moscú 1980, las chicas repitieron en el quinto peldaño.
Ya la gloria salpicaba muy cerca a las estelares morenas, triunfadoras dos años antes en Leningrado, hoy San Petersburgo, por primera vez en la historia de la malla alta en la isla caribeña de un campeonato del orbe entre las feminas.
Durante esas tres primeras incursiones olímpicas, Nelly Barnet, Mercedes Pérez, a quien todas llamaban Mamita, Mercedes Pomares y Ana María García, siempre estuvieron encabezando la nómina de la poderosa escuadra.
En Barcelona 1992, luego de ocho años de ausencia, Cuba terminó invicta en cinco presentaciones, aunque en semifinales contra Estados Unidos vencieron en cinco parciales viniendo de abajo, para luego hacer lo mismo con el Equipo Unificado.
En lo adelante, no quedarían dudas, las Morenas saltaban, bloqueaban y remataban como pocas veces se había visto en la historia, pero dos derrotas a manos de las brasileñas y rusas en la ronda eliminatoria hicieron pensar a las cubanas.
Insertadas en el tercer lugar, las caribeñas fueron a un compromiso decisivo contra las estadounidenses y salieron airosa, en la revancha frente a Brasil volvieron a ganar y en la final logran acabaron a las invictas chinas con registros de de 3 a 1.
Las dobles campeonas de Barcelona 1992 y Atlanta 1996, tres veces titulares mundiales y de las Copas del Mundo llegaron a los Juegos que despidieron el milenio con el propósito de obtener su tercera medalla olímpica y también la conquistaron.
En Atenas 2004, alcanzaron el tercer lugar, pero cuatros años después en Beijing, cayeron al cuarto sitio, y no clasificaron para Londrés 2012, por primera vez desde 1972, en un hecho que marcó la debacle cubana en esa disciplina.
Aun así, su hazaña vive en la memoria de hombres, mujeres y hasta los propios niños que disfrutaron sus triunfos ante grandes potencias y colocaron en lo más alto el nombre de nuestra isla grande de solo 11 millones de habitantes.
Fuente: EcuRed.
Vea además:
Ingresa atleta cubana al Salón de la Fama del Voleibol Mundial