El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, podría dar un paso gigantesco hacia la seguridad sanitaria mundial al levantar las políticas draconianas implementadas por su predecesor contra Cuba, estimaron expertos en The Washington Post.
Achal Prabhala y Vitor Ido, alabaron la capacidad de la isla de desarrollar, producir y compartir sus vacunas contra la Covid-19, pese al bloqueo económico, comercial y financiero que por más de 60 años le impone Washington.
El fin de las medidas punitivas a la industria biotecnológica cubana, que cuenta con medios para diseñar inmunógenos y tratamientos de vanguardia, beneficiaría los países incapaces de pagar los altos precios de las farmacéuticas
Ambos recordaron que durante la crisis provocada por la Covid-19, Estados Unidos tuvo la oportunidad de compartir su tecnología de vacunas con otras naciones, y no hacerlo prolongó la pandemia en su territorio y en el extranjero.
Sin embargo, reconocieron, la historia de cómo el países caribeño fue bloqueada sistemáticamente en su búsqueda para hacer que sus propias vacunas altamente efectivas estuvieran disponibles a todos ofrece lecciones cruciales
Evocaron cómo mientras la variante Delta del coronavirus SARS-CoV-2 causaba estragos en India y se abría paso en todo el orbe, las donaciones de Estados Unidos y Europa fueron insuficientes y no resolvieron el problema global.
Explican en el texto titulado: Próxima pandemia, que Cuba vacune al mundo, estos gobiernos no pudieron persuadir a las empresas que habían financiado de compartir las tecnologías con el fin que más fabricarán sus propios productos.
En este panorama sombrío, fue sorprendente saber que el Estado cubano había creado dos vacunas efectivas contra el coronavirus desde cero y luego prometió aportar su propiedad intelectual en todo el mundo, acotaron.
Difícil suponer que, finalmente la mayor de las Antillas, exportó casi tantas dosis de inmunizantes como los que usaba, abasteciendo de esa manera a Venezuela, México, Vietnam u Siria, así como Nicaragua, Bielorrusia e Irán.
Pese a tamaña contribución, las medidas contra el país son cada vez mayores, mediante la aplicación de una presión política y financiera constante, que buscan aislarlo no solo de Estados Unidos sino también del mundo, añadieron.
Enfatizaron los autores cómo el expresidente Donald Trump no solo revocó el acercamiento propugnado por su predecesor Barack Obama, sino que también designó a Cuba como un estado patrocinador del terrorismo en 2021.
Esto ha significado que, incluso en naciones donde es legal realizar transacciones con Cuba, pocos bancos están dispuestos a arriesgarse a fuertes multas y sanciones penales por ser percibidos como partidarios del terrorismo, remarcaron.
Concluyeron los especialista, encargados de coordinan proyectos de acceso a medicamentos y programas de salud en varias regiones del orbe, que el bloqueo de Estados Unidos no solo perjudica a Cuba, sino que también lastima al mundo.