Deviene acontecimiento sin precedentes para el béisbol.
Las superestrellas Yasiel Puig y José Dariel Abreu, encabezan el grupo de jugadores cubanos de Grandes Ligas, que se encuentran en La Habana, en visita de tres días con el fin tender lazos entre la organización que rige el béisbol estadounidense y las autoridades de la isla.
Ellos regresaron este martes como parte del primer contacto de Grandes Ligas con la mayor de las Antillas desde 1999, en compañía además del paracorto Alexei Ramírez, de los Medias Blancas de Chicago y el cátcher de los Cardenales de San Luis, Brayan Peña.
Fidel Castro, un apasionado del béisbol, prohibió el regreso a los peloteros que abandonaban el país y eran borrados de la historia oficial, y ni siquiera eran mencionados en la televisión estatal, a pesar de convertirse en estrellas en Estados Unidos.
Ahora el presidente Raúl Castro, eliminó algunas de las restricciones como parte de sus medidas para aligerar el control del estado sobre la sociedad, incluso suprimió el requisito de visa de salida, excepto para los considerados imprescindibles.
Joe Torre, director de Operaciones Deportivas de las Grandes Ligas, viajó al frente de la delegación integrada además por los Venezolano Miguel Cabrera, el dominicano Nelson Cruz, el estadounidense Clayton Kershaw y el cubanoamericano Jon Jay, estelares beisbolistas.
En febrero de 2014 Ken Griffey Jr. y Barry Larkin, dos ex Big Leaguers de excelsa trayectoria, estuvieron en la capital cubana, con el objetivo principal de ofrecer apoyo y entrenamiento, específicamente de bateo, así como donaron algunos implementos deportivo.