Skip to main content

Fundado en Nueva Jersey, extendía su presencia a Nueva York y Miami.

José Miguel Battle, un expolicía batistiano huyó de la Isla en 1959

La Bolita, un juego de azar muy popular en la mayor de las Antillas, llegó a Estados Unidos en la década del 60 del siglo XX de la mano de de in individuo nombrado“José Miguel Battle, artífice del imperio de la mafia cubana.

Basada en números, que se asociaban a animales o cosas del día a día de las personas, La Bolita, fue un negocio extremadamente lucrativo, porque a todos los latinos radicados en territorio norteamericano le encantaba apostar.

La temida organización criminal, fundada en Union City, Nueva Jersey con ramificaciones a New York y Miami, nació en las calles de esta ciudad del sur de Florida y llegó a recaudar por ese concepto más de 45 millones de dólares anuales.

El mafioso José Miguel Battle, comenzó como policía de Fulgencio Batista y se puso a las órdenes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) para preparar a los miembros de la brigada que intentó la invasión de Bahía de Cochinos.

Battle, quien llevaba pagos de los casinos habaneros de la familia mafiosa de Santo Trafficante al gobierno de Batista antes de 1958, pasó dos años en prisión en la isla caribeña y fue uno de los mercenarios cambiados por compotas.

La mafia había irrumpió en Cuba en 1920 y los primeros contactos fueron hechos entre el recién ascendido coronel del Ejército Fulgencio Batista y el financista de la organización Meyer Lansky, por orden directa del gran padrino Charles “Lucky” Luciano.

La Corporación, como fue bautizada por su creador en una etapa salvaje y sangrienta, centró durante más 40 años su quehacer delictivo en el bajo mundo norteamericano en actividades de el juego ilícito, la usura y el tráfico de sustancias prohibidas.

La “bolita” o “charada” de inspiración china era un juego de azar que formaban parte de la cultura del cubano

Fue una época de enfrentamientos callejeros a tiros a plena luz del día en La Pequeña Habana y los golpes exitosos se celebraban con fiestas en que regalaban bolsas de cocaína y los mafiosos se deshacían de las novias que les sobraban decapitándolas.

The Corporation, o The Cuban Mafia, extendió su influencia incluso a América Latina, a partir de la importación de cocaína y marihuana, los incendios provocados y el blanqueo de dinero en un período que comenzó en Miami en la década de los 60s .

A lo largo de más de cuatro décadas aquel connotado asesino, apodado El Padrino de la Mafía Cubana atemorizó a los que se le opusieron y en los últimos 15 años dio batalla a David Shanks, el detective que le seguía los pasos y finalmente lo apresó.

Este tipo eliminó a decenas de enemigos, y no pocas veces apretó el gatillo el mismo, otras  lo hizo por control remoto desde su mansión en Redland, rodeado de mameyes, que decía despedían una fragancia que le recordaba su juventud en Cuba.

Cuando sus rivales trataron de incursionar en la bolita en su predios en Nueva York, ordenó ataques incendiarios contra más de una veintena de sus oficinas, y no mostró remordimiento sobre los daños colaterales que ascendieron a 25 muertes.

La Bolita había perdiendo fuelle con la llegada de las loterías estatales a Estados Unidos, pero para entonces, los largos tentáculos de La Corporación tenían en su poder casinos, hoteles y clubes nocturnos en varias ciudades de la nación.

La justificación que Battle, esgrimía en relación con su quehacer delictivo según los  historiadores González y Freixas, era que estaba apoyando a sufragar gastos del movimiento que pretendía derrocar a Fidel Castro.

Hacía donaciones monetarias de procedencia ilícita a grupos paramilitares como Alpha 76Omega 7 y los Contras de Nicaragua con el fin de disminuir la influencia de la revolución cubana y su máximo líder en países del hemisferio occidental.

Meyer Lansky fue el fundador y el líder del imperio de la mafia en La Habana.

A finales de 1980, el Comité de Selección del expresidente estadounidense Ronald Reagan sobre la Delincuencia investigó a la Corporación de José Miguel Battle y calcula que el número de sus miembros sobrepasaba los dos mil 500.

En 1987 el tristemente célebre delincuente contaba con un patrimonio neto de 175 millones de dólares, pero tuvo que huir a Lima, Perú, donde construyó un complejo hotelero y un casino, antes de regresar a su rancho en Miami.

José Miguel Battle, sentenciado a 15 años de prisión y otros 21 individuos fueron procesados en 2004​​ por cinco asesinatos y cuatro ataques incendiarios, además de la tenencia de más de $ 1.5 billones producto del tráfico de drogas y apuestas.

El seis de mayo de 2006, el mafioso de origen cubano, se declaró culpable de varios cargos relacionados con el crimen organizado en Estados Unidos y el 15 de enero de 2007, fue condenado a una pena de 20 años de privación de libertad.

José Miguel Battle, quien nació en Alto Songo, Santiago de Cuba, el 14 de septiembre de 1929 murió en un hospital de Carolina del Sur el cuatro de agosto de 2007 a la edad de 78 años, cuando se gestionaba su traslado a una prisión federal.

Hoy día hay rumores que la Corporación, un emporio criminal que llegó a agrupar a unos cuatro mil integrantes, tienen aun una fuerte presencia en Nueva Jersey y en el sur de Florida; en tanto mantiene cierta influencia en Pennsylvania.

Fuente/Fotos: El Nuevo Herald/Society6/CubaMafia

Vea además:

La mafia en La Habana

Leave a Reply