Es considerado uno de los rostros más emblemáticos de la actuación en la Isla.
Considerado uno de los rostros más emblemáticos de la actuación en Cuba, la extraordinaria actriz Verónica Lynn, celebra este siete de mayo su cumpleaños 94 con la alegría y la vitalidad que la distingue desde sus inicios.
Pareciera que el tiempo es cómplice de tanta maestría, pues hasta hace muy poco derrochaba energías sobre las tablas, al presentar su obra Los frijoles colorados y dar vida a la dama del velo en la obra Réquiem por Yarini.
Con 23 años de edad y un talento que comenzaba a despuntar ganó un lugar dentro del elenco de Teatro Azul, un programa en vivo que por aquella transmitía el estudio cuatro de la televisión cubana bajo la dirección de Gaspar Pumarejo.
Con su papel en la obra Lunes, miércoles y domingos de amor Palmolive, cautivó a muchos directores de televisión, como resultado obtuvo su primer contrato luego del triunfo de la Revolución, reseña Prensa Latina.
Luego llegaron otros papeles en obras como, Santa Camila de La Habana Vieja, Sol de batey, Aire Frio, ¿Quién teme a Virginia Woolf? y Fortunata y Jacinta, así como la cinta La bella del Alhambra, con brillantes desempeños.
Junto a su esposo, el fallecido actor Pedro Álvarez, dirigió durante 25 años el movimiento nacional de teatro de aficionados y ostenta la Distinción por la Cultura Nacional, la Orden Alejo Carpentier, y los Premios Nacionales de Teatro y Televisión.