Skip to main content

Este personaje engañaba a sus radioyentes y promovía la superstición y el oscurantismo.

Clavelito pedía a los oyentes que pusieran un vaso de agua sobre el receptor, y que se concentraran para que pudieran beneficiarse de sus poderes curativos.

La radio cubana de mediados del siglo XX popularizó las transmisiones de un espacio donde actuaba un personaje que se hacía llamar Clavelito, nacido en Ranchuelos, Las Villas, el 29 de septiembre de 1908 y que engaña a sus oyentes

Se escuchaba en muchas viviendas del país y era común encontrar a una o más persona que tenía un vaso de agua encima del radio receptor en la creencia que de esa forma podían solucionar sus más graves problemas.

Miguel Alfonso Pozo, Clavelito fue hombre de origen humilde, destacado repentista con la especialidad del género humorístico, que llegó a ser muy popular en controversias, pero devino un timador de la radiodifusión en la isla caribeña.

En un momento determinado, este señor torció su vida para empeñarse en la politiquería de entonces, creyendo que su popularidad lo llevaría a obtener un acta de representante en el gobierno de Fulgencio Batista, pero nada logró por ese camino.

Se inicia en la emisora CMHI de Santa Clara, integrando dúos como el de “Moriano y Clavelito” y el de “La Calandria” hasta que viaja a La Habana y es contratado por la CMQ y, posteriormente, por Unión Radio, emisora donde populariza el programa “El vaso de agua de Clavelito”.

download

Miguel Alfonso Pozo, Clavelito, fue el autor de muchas canciones, como “La Guayabera” que dice “Quiero un sombrero de guano, una bandera, quiero una guayabera y un son para bailar”.

Gaspar Pumarejo, fue el padre de aquel engaño, cuya presentación decía: “Pon tu pensamiento en mí, verás que en este momento, mi fuerza de pensamiento ejerce el bien sobre ti” y así empezaron atribuirle milagros y otras tonterias.

Eso si, como por arte de magia, “El vaso de agua de Clavelito” se convierte en el programa más escuchado de la radio cubana de todos los tiempos, mientras, las vitrolas no cesan de reproducir una pieza musical alusiva interpretada por la Orquesta Aragón.

Todo esto sucedía en franca impunidad y contradicción con lo estipulado por la llamada Comisión de Ética para la Radio y Televisión, la que planteaba la “prohibición” de hacer predicciones, pronósticos o advertencias que pudieran causar alarma o temores, o crear supersticiones, o excitar interés o fe en estas prácticas.

Naturalmente, todo esto quedaba justificado en una sociedad donde se enseñoreaba la ignorancia de un pueblo con un altísimo índice de analfabetismo, y por ello gente como Clavelito y otros, surgían y se desarrollaban como la dañina planta conocida como marabú.

El programa fue cancelado el 5 de agosto de 1952, por incumplir el Código de Ética de la Radio y la TV cubanas y así el poeta nacional de Cuba, Nicolás Guillén, al dirigirse al farsante en sus Coplas de Juan Descalzo, decía en su primera y tercera estrofas.

Mi querido Clavelito, me perdonarás seguro, que te ponga en un apuro, más tu opinión necesito, si tu poder es bendito, (como asegura la gente), dime amigo, urgentemente, dónde pudiera encontrar, el modo de trabajar, sin llegar a delincuente.

El agua “magnetizada”, que usé según tu consejo, debo confesarte, viejo, que no me sirvió de nada, en la cocina apagada ni un mal caldo hierve ahora, y yo igual que mi señora, te juramos que hace un mes, ¡ay! no sabemos lo que es, comer comida a su hora.

Fuentes: Radio Cadena Habana y Cuba en la memoria.

Leave a Reply