Olvidó la política que Estado Unidos aplica a los isleños interceptados en el mar.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que “no es racional” deportar a Venezuela, Cuba y Nicaragua a los migrantes irregulares que llega al país y afirmó que trabaja con México para frenar el flujo, según la agencia EFE.
Es de suponer que se refiere a los que cruzar por la frontera sur, pero olvida que su gobierno permiten la deportación a la isla caribeña de quienes son interceptados en el mar por efectivos de la Guardia Costera norteamericana.
En una declaración conjunta de enero de 2017, Estados Unidos se comprometió a aplicar a los ciudadanos cubanos el mismo procedimiento y normas migratorias aplicados a ciudadanos de otros países, de conformidad con leyes internacionales.
En lo que va presente calendario más de cuatro mil balseros que intentaban desembarcar en las costa de Florida, regresaron por vía marítima la mayor de las Antillas, por el Puerto de Orosco, ubicado en Bahía Honda, Artemisa.
En declaraciones a la prensa en la Casa Blanca, Biden aseguró que la situación en la frontera es “totalmente diferente” a la que había en la Administración de Donald Trump (2017-2021), ya que “llegan menos migrantes de Centroamérica y México”.
