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Fue uno de los organizadores de la Guerra Necesaria, dirigida por José Martí en 1895.

Las tropas de José María Aguirre, apoyaron a Máximo Gómez y Antonio Maceo en la lucha en el occidente cubano.

El Mayor General del Ejército Libertador Cubano, José María Aguirre Valdés, sobresalió por su arrojo y valentía en las Guerras del 68 y el 95 y su quehacer junto al legendario Calixto García Iñiguez y el prócer de la independencia José Martí, lo convierten en una de las figuras de mayor significación en la historia Patria.

Nació en la ciudad de La Habana, el 22 de agosto de 1843 y sus ansias por romper el yugo colonial español lo llevaron al Camagüey tras enrolarse en Nassau  en la expedición de la goleta Galvanic, la cual desembarcó en la costa norte de Cuba, donde se integra el 27 de diciembre de 1968 a las tropas del general Manuel de Quesada.

Un año después lucha bajo las órdenes del mayor general Ignacio Agramonte, jefe de la División de Camagüey y al caer éste en combate en mayo de 1873, pasa a formar parte de las huestes insurrectas que lidera el mayor general de origen dominicano Máximo Gómez, destacándose en los combates de Palo Seco y Las Guásimas, donde resultó levemente herido.

José María Aguirre conformó el contingente invasor a Las Villas, participando en el histórico cruce de la trocha de Júcaro a Morón en la madrugada del seis de enero de 1875, al frente del Regimiento Expedicionario de Oriente, ya con grado de comandante y en marzo de ese mismo año hostigó a los españoles en otros puntos.

En esta cueva de las Escaleras de Jaruco, a unos 25 kilómetros de La Habana, ubicó su puesto de mando el patriota José María Aguirre.

Atacó a fuerzas ibéricas en Potrerillo y a un convoy en Sagua la Chica, así como en Pirindigo y más tarde resiste el empuje enemigo en San Pedro, mientras luego de su ascenso a Teniente Coronel sobresale en los enfrentamientos del cafetal de González, en Loma del Jíbaro y en la toma del ingenio azucarero “La Guadalupe”.

Acompañó al general de brigada Henry Reeve hasta las cercanías de Colón, Matanzas, donde cayó prisionero a los pocos días de recibir el grado de coronel y al cumplir tres meses de prisión, fue deportado al Castillo El Hacho, en Ceuta,(norte de África) y liberado al firmarse el Pacto del Zanjón en febrero de 1878.

Aguirre intentó incorporarse a la Guerra Chiquita (1879-1880), y se unió a la expedición del Hattie Haskel, encabezada por el mayor general Cálixto Gárcia, pero la expedición que partió de Estados Unidos, no pudo llegar a tiempo.

En el período de entreguerras obtiene la ciudadanía norteamericana el 26 de enero 1881 y al siguiente día embarca con pasaporte de ese país rumbo a Cuba para convertirse en uno de los primeros organizadores de la conspiración por la emancipación de la mayor de las Antillas, dirigida por José Martí.

El 24 de febrero de 1895, estalló la guerra Necesaria (1895-1898), pero ese mismo día, Aguirre fue arrestado por la policía colonial en la estación de trenes de Palatino y tras Guardar prisión varios meses en la fortaleza de la Cabaña es liberado y deportado a territorio estadounidense.

En noviembre ese año vuelve a la Isla en la expedición del Vapor Horsa, y poco después se suma a la columna liderada por Maceo y Gómez y este último lo nombra jefe de la Segunda División del Quinto Cuerpo de Ejército, que operó en la provincia de La Habana y allí deviene artífice de la guerra de guerrillas, antes y durante la invasión de oriente a occidente.

Libra escaramuzas en Juguetillo, Loma del Pajarito, Jiquiabo, El Volcán, Ojo de Agua y El Plátano, entre otros lugares de la geografía habanera y al ir a auxiliar la transportación del alijo de armas de la expedición del cuarto viaje del vapor Three Friends por la zona costera de Boca Ciega, al este de la capital, contrajo pulmonía.

Gravemente enfermo sostuvo su último combate en San Francisco y muere a la edad de 53 años el 29 de diciembre de 1896 en Sitio Perdido en el macizo montañoso Escaleras de Jaruco, donde tenía su prefectura y donde fue sepultado.

En reconocimiento a su larga y meritoria hoja de servicios el consejo de gobierno de la república en armas le otorgó oficialmente el grado de mayor general post mortem y sus restos reposan en la Necrópolis de Colón desde el 15 de octubre de 1899.

Fuente/Fotos: Museo Jaruco/ Wikipedia.

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