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El republicano propuso drásticas medidas contra los emigrantes ilegales.

El gobernador del estado Florida, el republicano Ron DeSantis, decretó la guerra a los inmigrantes indocumentados, según se desprende de la propuesta de implementación de un drástico y enérgico paquete de medidas

En una rueda de prensa, el gobernante criticó las políticas migratorias del presidente estadounidense, Joe Biden, al decir que están provocando una «afluencia de drogas y otros problemas» en la frontera sur del país.

Con un cartel detrás en el que se leía «Crisis fronteriza de Biden», DeSantis anunció ese día prioridades objetivas, entre las que figura la ampliación de un sistema administrativo que deberán usar los empleadores locales.

Asimismo se plantea aumentar las condenas por tráfico de personas y contemplar como «delito grave de tercer grado» transportar, ocultar o albergar a extranjeros indocumentados, sancionado con hasta cinco años de prisión.

Además se obligará a los hospitales a recopilar datos sobre el estatus migratorio de pacientes y presentar periódicamente informes sobre el coste de la atención brindada a los extranjeros sin documentos, según la agencia EFE.

Impedir que se emitan tarjetas de identificación a personas que están ilegalmente en el país y lograr que los empleadores contraten a ciudadanos estadounidenses o a los que están aquí  legalmente, son también exigencias.

Las dos cámaras del Congreso de Florida están formadas con mayoría republicana, por lo que se prevé que muchas de las iniciativas del mandatario estatal salgan adelante durante este marzo, en la reunión de la Legislatura.

Organizaciones de inmigrantes expresaron su preocupación por la reciente expansión en Florida de un programa para la reubicación  que puede dar pie a detenciones motivadas por el perfil racial en este estado y otros de la nación.

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