El monarca construyó un cine privado donde se dice que visionaba las cintas.
El rey Alfonso XIII de España, bisabuelo del actual monarca Felipe VI, fue el promotor del cine porno en España en los años veinte del siglo XX, y una década después desheredó al mayor de su hijos por casarse con una plebeya.
Aunque educado en la moral puritana de la época (nació en 1886) y una religiosidad católica estricta, tenía una actitud laxa en estos asuntos, con muchas relaciones extramatrimoniales y al menos cinco hijos no reconocidos.
El documental Los Borbones: una familia real, narran que a través del conde de Romanones, el monarca encargó una serie de películas pornográficas a los hermanos, Ricardo y Ramón Baños, dueños de la Royal Films.
Se estima que serían alrededor de 70 las producciones que nacieron de ese impulso, pero solo se conservan El confesor, El ministro y Consultorio de señoras, que darían cuenta de los gustos religiosos y políticos del rey.
Su hijo Alfonso de Borbón y Batterberg, heredero directo a la corona española, conoció en Lausana, Suiza, a la enfermera cubana Edelmira Sampedro y Robato, y surgió el amor y ambos contrajeron matrimonio en 1933.
Aquella unión sirvió de pretexto para que su progenitor Alfonso XIII, lo excluyera de la línea sucesoria, amparado en la Pragmática Sanción de Carlos III en una decisión cruel, traspasar los derechos a otro de sus hijos menores.
El joven, casado con un plebeya, jamás recibió el reconocimiento familiar y la muchacha no llegó a convertirse en la que sería la primera y única reina de España de sangre cubana y a cambió recibió el título de Condesa de Covadonga.
Mientras se cree que su padre, construyó un cine privado en el Palacio Real donde visionaba las cintas e intervenía en la confección del guion, y en la elección de las protagonistas, que era prostitutas, según reseña RT.