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A propósito del premio de la televisora MTV a Bad Bunny y que él se creyó.

¿ El artista del año?

¿Qué extraño fenómeno hace que jóvenes centren toda su atención (donde quiera que estén y hagan lo que hagan) en ese conjunto de sonidos que contienen generalmente un texto, cuando menos desagradable por su contenido y sus sonidos guturales, y que nombran reguetón.

En medio de todo eso es como si la música expresada en sonidos armónicos fuera obsoleta.

Sé que tiene su explicación desde un fundamento psicosocial: va desde lo más banal como seguir tendencia hasta lo más complejo que es lucrar con la cultura marginal…

Llevaría un análisis regional desde su génesis hasta su expansión por todo el mundo subdesarrollado que ha engrosado las raíces de muchas compañías disquetes.

Muchos al leer este artículo pensarán que estoy atrás, otros me darán la razón. Es un fenómeno complejo.

Ese fenómeno, que tiene nombre y se reconoce como reguetón nos guste o nos disguste llegó para quedarse como exponente del pensamiento de miles de seguidores, generalmente (aunque no exclusivo) jóvenes y adolescentes.

Pero… es el género culpable, cómo podríamos aseverar que un ritmo tan pegajoso como ensordecedor es culpable de un modo de ser en la conducta humana.

Creo que hay que buscar en todo lo que ha conducido a que ese muchacho le escoja como estandarte de vida. Que vea en él y sus letras una representación de su existencia. Se sienta identificado con textos absurdos, grotescos, impuros, generados en una sociedad que buscaba justamente todo lo contrario.

¿Culpable? todo lo que hicimos mal desde la educación del hogar, la escuela, la sociedad… la ingenuidad desbordada de quienes afirman que no hace daño sin observar la cultura de vida que genera… los medios que lo validan porque defienden la inclusión a ultranza, aunque se pague un precio tan valioso como la desculturización..

El fruto de tanto esfuerzo por validar lo más decadente de una sociedad fue sembrado y ya esta dando sus frutos.

Pena, que todos tengamos que convivir con un mal que no tiene cura ante tan ingenua manera de expresar en fiestas públicas, discotecas, plazas de concierto y cumpleaños: ¡eso es lo que se usa!…

Nada que nos ha ganado el simple y marginal modo de pensar colectivo.

Por: Jorge Luis Michelena/ Foto: MTV

Vea además:

Bad Bunny y el no pensar

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