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El hombre nombrado Léster Pérez Sánchez, salió ileso al caer su nave a tierra.

“No sentí miedo al caer, me asusté en tierra ya, pero listo para la pelea”

El piloto Léster Pérez Sánchez, vivió este martes el mayor susto de su vida, cuando su avión se precipitó a tierra desde una altura considerable mientras se encontraba en funciones  de trabajo Cuba, según reseña el diario Escambray.

Ante un presumible daño técnico en el motor del aparato que piloteaba, el hombre que presta servicio a la arrocera Sur del Jíbaro, en el municipio La Sierpe, salió ileso de un aterrizaje forzoso que bien puedo costarle la vida.

Pérez Sánchez, al mando de un M-18, conocido popularmente como Dromedario, es un experimentado aviador de la Unidad Empresarial de Base subordinada a la Empresa Nacional de Servicios Aéreos (ENSA), radicada en Sancti Spíritus.

Natural de Cienfuegos y residente en Sancti Spíritus desde hace más de 30 años, trabajó también en los incendios de Supertanqueros en Matanzas y forestales en Holguín, y debió apelar a toda su destreza y aplomo para burlar la muerte.

Ernesto Cuéllar, director de la base aérea espirituana, dijo al periódico provincial Escambray que es muy probable que la nave también podría recuperarse de su aparatosa caída porque los daños sufridos no parecen significativos.

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