Skip to main content

Por: Soledad Cruz

¿Renacer? ¿Una nueva mujer?

Belissa Cruz (Sandra) protagonista de la telenovela

Los “pa’ atras y pa’ lante” parecen ser una distorsión de la dialéctica que afecta desde la telenovela nativa hasta la economía nacional, aunque parezca que una cosa no tenga nexo con la otra. Pero en realidad todo está relacionado con una mentalidad poco renovadora, a pesar de los constantes llamados a fomentar el espíritu creativo para sobrepasar tantos impedimentos que agobian.

La telenovela cubana había logrado cierta evolución en diversas propuestas que, sin distanciarse del melodrama, tenían mayores alcances temáticos, incluso estéticos; dramaturgia más sólida, mejor manera de estructurar tramas y subtramas sin forzarlas, pero de pronto se decidió aprobar un producto al más viejo estilo, sobre el cual sería bueno conocer los argumentos que justificaron el alto costo de una producción de esta naturaleza, de tantos capítulos, en circunstancias financieras tan adversas.

Alejandro Cuervo, es la figura principal del elenco

¿Renacer? ¿Una nueva mujer? Esas se anunciaban como las intenciones, pero casi finalizando el folletín no resultan bien conseguidas, a juzgar por la cantidad de televidentes que han manifestado sus inconformidades con el trazado del personaje protagónico, con historias mal articuladas, con nudos dramáticos artificiosos que, por supuesto se desatarán al final.

Hay inconformidades también con la realización por desaguisados evidentes en el vestuario, en el diseño de escenas, en el sonido musical por encima del diálogo de los actores, porque, lamentablemente, no se cuidaron múltiples detalles desde el guion a la puesta en escena.

Por supuesto, el amplio elenco trabajó en condiciones no óptimas.

Se hicieron públicas contradicciones entre el guionista y los realizadores; los recursos técnicos no son los mejores y la práctica de tantos capítulos escritos por una sola persona no aplica ya en ninguna parte, razones todas que deberían tomarse en cuenta para emplear los recursos existentes en obras que aseguren una mayor eficacia estética audiovisual.

A pesar de la falta de renacimiento y de la nueva mujer que se desdibujó entre difusas posiciones, la telenovela fue seguida por públicos mayoritarios. Fue muy promocionada y propició un debate en redes sociales que mostró a una parte de los televidentes atentos a las irregularidades evidentes, aunque la TV seguro mostrará solo a los seducidos por la tortuosa ruta Habana-Ortigal.

Leave a Reply