En el caso de los oriundos de la Isla caribeña existe una norma que los favorece.
El plan del presidente Joe Biden, en la frontera sur de Estados Unidos, endurece la restricciones a migrantes cubanos para ingresar al país por vías irregulares, pero con un tratamiento especial en comparación con haitianos y nicas.
La cuota, fijada de 30 mil personas cada mes, se limitará a quienes tengan a un patrocinador financiero en territorio estadounidenses y pasen una rigurosa investigación, permitiéndoles vivir y trabajar en la nación por dos años.
Las autoridades de la mayor de las Antillas reconocen que el cierre de los pasos fronterizos pueden desalentar la entrada irregular en Estados Unidos, pero consideran que la administración estadounidense puede hacer más al respecto.
En el caso de los oriundos de la Isla el abogado José Pertierra consideró incoherentes las medidas anunciadas por el presidente estadounidense, sobre la migración irregular, cuando continúa en vigor el Acta de Ajuste Cubano.
El propósito del actual inquilino de la Casa Blanca es de controlar la migración ilegal de cubanos a Estados Unidos, sin embargo mantiene en efecto una norma que precisamente la estimula desde 1966, dijo el letrado a Prensa Latina.
La agencia de seguridad nacional estadounidense admite como causas del aumento de la llegada de indocumentados desde Cuba, la inflación, la pandemia de la Covid -19 y las sanciones aplicadas por Washington contra La Habana.