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Este 22 de noviembre dejó de existir en Madrid el fundador de la Nueva Trova.

Foto publicada en Billboard con motivo del deceso de Pablo Milanés

El fallecimiento del cantautor y fundador del Movimiento de la Nueva Trova cubana Pablo Milanés en Madrid une este jueves en el dolor a los nacidos en Cuba, sin importar las diferencias políticas o preferencias musicales, publica Prensa Latina.

Basta revisar en las redes sociales para coincidir que sus canciones, junto a las de Silvio Rodríguez y Noel Nicola, constituyen parte indiscutible de la banda sonora de la historia de las ultimas seis décadas de la mayor de las Antillas.

Con los temas de Pablito, como lo llamaba cariñosamente mucha gente en Cuba, nació y creció la mayoría de las últimas generaciones de cubanos, así como la eterna Yolanda fue motivo de inspiración para muchos enamorados.

El ministro cubano de Cultura, Alpidio Alonso, manifestó que no hay palabras que puedan expresar la enormidad de la pérdida que representa la muerte de Pablo Milanés para la Cultura Cubana, destaca la fuente noticiosa.

“Su legado poético y musical es inmortal. Lleguen nuestras condolencias a sus familiares, amigos y admiradores de todo el mundo”, señaló en Twitter, el titular al referirse al Milanés, fallecido a los 79 años de edad.

“Triste noticia. Cuba despide a Pablo Milanés, uno de los imprescindibles de nuestra cultura. Su creación musical nos acompañará siempre”, escribió el presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, Luis Morlote.

Desde el pasado 11 de noviembre, la Oficina Artística del Premio Nacional de Música (2005) informó la suspensión de sus últimos compromisos de trabajo por problemas de salud asociados a una serie de infecciones recurrentes.

El artista se encontraba hospitalizado en la capital española donde recibía un tratamiento médico de los efectos relativos a la situación clínica provocada por una enfermedad oncohematológica que padeció por varios años.

Considerado uno de los imprescindibles exponentes de la canción de autor en español, Milanés recopiló una obra significativa para los cubanos de la isla y otras fronteras de América Latina con un repertorio superior a las 400 piezas.

El músico nacido en la oriental ciudad de Bayamo, el 24 de febrero de 1943, forjó su carrera profesional con gran versatilidad interpretativa, de la cual se nutrió el Grupo de Experimentación Sonora junto a otras voces emblemáticas en la isla.

Ganador de dos Grammy Latinos (2006) y una estatuilla a la Excelencia Musical (2015), conjugó una mixtura de géneros y sonoridades en el continente, que oscilaron entre la tradición y la modernidad en tanto su discografía abarcó el filin, el jazz, la rumba, el son o el bolero, desplegados en medio centenar de álbumes.

Asimismo, hizo reverencia a la trova tradicional, la canción de resistencia popular chilena y profesó tributo a figuras de la historia cubana como el Apóstol José Martí o el poeta nacional Nicolás Guillén; también a íconos latinoamericanos a la altura del brasileño Chico Buarque y los grandes del bolero mexicano, entre ellos, Armando Manzanero.

En la isla, el artista ofreció su último concierto en el popular coliseo de la Ciudad Deportiva, ante miles de connacionales en un noche marcada por temas icónicos y otros de su reciente álbum Días de Luz, cuya gira promocional lo llevó a escenarios de Estados Unidos y España.

Tras casi tres años sin cantar en su tierra, Pablo constató el afecto de los suyos por su creación cargada de las vivencias y realidades de la isla, a tono con su declaración de principios durante más de seis décadas distinguiendo el panorama de la trova cubana.

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