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El costo de la vivienda no se corresponde  con los ingresos mensuales de las personas.

Un análisis de la empresa de bienes raíces Realtyhop, resalta que durante la pandemia de Covid-19, Miami se convirtió en la segunda ciudad de Estados Unidos donde la vivienda resulta más costosa en relación con los ingresos de las personas.

La ciudad del sol es solo antecedida en ese desfavorable indicador social por Nueva York, mientras un reporte difundido por la BBC asegura que Hialeah aparece como el quinto municipio menos asequible de la nación norteamericana.

Según la misma fuente entre febrero de 2021 y enero de 2022, la media del precio de los anuncios de viviendas de alquiler de una habitación pasó de en torno a los US$2.400 a unos US$2.800 y la de dos el salto fue de unos US$2.500 hasta los US$3.600.

Los incrementos se explican debido a que la demanda supera con creces la oferta y al hecho de que Florida no cuenta con una legislación que controle el costo de los alquileres, por lo que los propietarios pueden aumentarlo cada año.

El aumento del precio de la vivienda -agrega BBC- acarrea consigo el peligro de que crezca el número de inquilinos sin techo, que representa un riego añadido, algo que ya ocurre en urbes  estadounidense como Los Ángeles y San Francisco.

Aunque las autoridades afirman que, con planes para la construcción de viviendas, logran evitar los desalojos masivos y las cifras de personas sin hogar son bajas, la escasez de unidades y el costoso mercado del alquiler van a seguir trabajando en su contra.

Así lo corrobora el hecho de que entre julio y septiembre del año anterior una línea de ayuda telefónica recibió más de 25.400 llamadas, de las cuales 45% correspondían a personas que estaban en riesgo inminente de quedarse en la calle.

Fuente: BBC/Foto: Sun Sentinel

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