Vivía en Tampa desde hacia seis años y tuvo que dejar a la menor con su esposo.
Heidy Sánchez de 44 años de edad que residía en Tampa junto a su hija y su esposo, ciudadano de Estados Unidos, fue deportada de ese país, a Cuba, de donde es originaria, en el contexto de la política antiinmigrantes de Trump.
Ella fue separada de la menor a la cual amamantaba durante una visita de rutina a una dependencia de ICE y ahora en una entrevistas con el corresponsal de la CNN en La Habana, habla desconsolada del desgarrador momento.
Con ojos llenos de lagrimas y voz entrecortada, Sánchez relató al periodista norteamericano, que vivió en territorio estadounidense por seis años pero no pudo regularizar su estatus migratorio, al dejar de asistir a una cita.
Su caso es similar al de una madre venezolana, que clama por el reencuentro con su retoño arrancado de sus brazos, al igual que el de otras familias de emigrantes indocumentados, fragmentadas en medio de las actuales redadas.