El corrupto personaje condenado a 11 años debe entrar a prisión el seis próximo.
El exsenador demócrata de origen cubano Robert Menéndez, sentenciado en Estados Unidos a 11 años de prisión por corrupción, prácticamente agotó la mayoría de sus recursos con el fin de evitar ingresar a la cárcel el seis próximo.
Condenado por negociar sobornos a cambio de favores políticos, el hombre continua afirmado que todo se trató de una operación montada por los miembros de su antiguo partido con el propósito de perjudicar su carrera.
A través de un mensaje publicado en la plataforma X, Menéndez, de 71 años y nacido en Nueva York, acusó a los demócratas de presuntamente haber utilizado desde hace años al Departamento de Justicia para tratar de hacerlo a un lado de la política.
“Cuando, como presidente del (Comité de Relaciones Exteriores del Senado), no acepté el acuerdo de Obama con Irán, fui acusado, y al día siguiente de ser despojado de mi cargo, Obama anunció el acuerdo con Irán”, escribió, según La Opinión.
Al destaparse el escándalo de corrupción de Menéndez y su esposa Nadine Arslanian después de un operativo donde la policía encontró fajos de dinero en efectivo y hasta lingotes de oro, ningún demócrata se atrevió a defenderlo.
Los fiscales asignados a su caso presentaron múltiples pruebas para demostrar cómo había conseguido mejorar su nivel de vida a partir de sobornos de al menos tres empresarios extranjeros e incluso por operar como agente de Egipto.
Un reporte de la cadena de televisión NBC, señala que Bob Menéndez, recurrió a Lindsey Olin Graham, senador por Carolina del Sur, para que a nombre suyo solicitara a Donald Trump un indulto o una conmutación de su pena, pero el político se negó.
Como última instancia, el personaje en desagracia buscó acceder a Jared Kushner, yerno del actual presidente, pero éste ni siquiera mostró interés en escucharlo, pero antes sus intentos fueron rechazados por la comunidad judía.