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El cumplimiento de las promesas de campaña figuran entre los reclamos de sus electores.

Joe Biden sigue sin cambiar su política hacia Cuba, una revisión que tarda para el gusto de muchos electores en Estados Unidos que le exigen respuestas al ahora presidente sobre sus incumplidas promesas de campaña, como el envío de remesas.

También los viajes y apertura de los servicios consulares en la embajada de Washington en La Habana son algunos de los principales reclamos para aflojar, al menos un poco, la vuelta de tuerca que dio al bloqueo el republicano Donald Trump.

La mansión ejecutiva recibió recomendaciones sobre los envíos de dinero a la isla, que fueron severamente restringidos bajo la anterior administración y «esperamos su decisión», dijo el subsecretario Adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental.

Brian Nichols, afirmó además a los legisladores que Estados Unidos enviaría funcionarios consulares de servicio temporal a su representación en la capital de la mayor de las Antillas para aumentar el procesamiento de visas allí.

Desde que Trump decidió desmantelar su legación diplomática en la isla, los nacionales que pretenden viajar a territorio estadounidense vieron encarecer sus trámites al tener que acudir a un tercer país sin la garantía, además, de que recibirán su visado.

El pretexto de los supuestos ataques acústicos –ahora llamados por Washington “incidentes anómalos de salud”- sirvió a Trump para eliminar vuelos a Cuba, suspender los servicios consulares, entre un conjunto de 243 medidas.

Muchos se preguntan hasta cuándo tendrán que seguir sufriendo por esas políticas y por ejemplo pagar tres veces el precio de un boleto de avión para estar cerca de un familiar, indicó, Johana Tablada, subdirectora general para Estados Unidos de la Cancillería cubana.

Algunas de las sugerencias enviadas a la Casa Blanca fueron devueltas para un mayor trabajo para asegurar, que en el caso del dinero enviado por los cubanoamericanos a sus familias en la isla, no caiga en manos del gobierno comunista.

El actual gobernante pidió en julio al Departamento del Tesoro y al de Estado que estudiaran el asunto e informaran sobre cómo permitir el flujo de pagos de remesas, y Nichols no proporcionó este jueves ningún calendario para una decisión.

Joe Biden, a juicio de analistas, tiene ante sí la disyuntiva de marcar una diferencia, pero son muy fuertes las presiones electorales, si tenemos en cuenta que los comicios de mitad de mandato serán el ocho de noviembre próximo.

Biden traía consigo –en criterio de algunos- la experiencia de haber ocupado la vicepresidencia de Barack Obama, quien en su última etapa admitió que “a las malas”, según la jerga popular, no se llegaría a ningún lado respecto a Cuba.

Fuente: PL

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