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El reconocido fotógrafo y muralista, nacido en Chiapas, actuó como informante involuntario.

Carlos Jurado Delmar, recordado en México como un hombre entregado a la creación, reconocido como uno de los pioneros de la fotografía estenopeica en América Latina y muralista de las causas sociales, ocultaba una historia insólita.

La cuestión se hizo pública tras la desclasificación de los documentos vinculados al asesinato de John F. Kennedy y durante los años más intensos de la Guerra Fría, Jurado Delmar fue informante de la Agencia Central de Inteligencia

Según recoge Milenio, que cita los JFK Files, el hombre colaboró con la inteligencia estadounidense mientras se relacionaba con círculos cercanos al líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, y se vinculó con diplomáticos cubanos en México.

Además, tenía vínculos cercanos con  grupos revolucionarios en Centroamérica y pensaba que trabajaba para un empresario griego de nombre Nicolás Harris, pero en realidad era Wallace B. Rowton, un agente encubierto de la CIA.

Aunque creía estar colaborando con el empresario, la CIA lo utilizó para infiltrarse en los círculos políticos de La Habana y obtener información estratégica sobre Castro, señala una revelación difundida por el medio RT.

Supuestamente, el hecho de que el artista ignorara el alcance de sus acciones le permitía moverse con naturalidad, sin levantar sospechas, tras viajar a Cuba para colaborar con gobierno revolucionario y allí conoció a su segunda esposa.

Sus conversaciones, sus viajes a La Habana, sus opiniones políticas, incluso sus infidelidades, quedaron registrados en informes detallados y fue calificado como ‘informante involuntario’ y se le puso el pseudónimo de Liring-3.

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