Este proceder es constitutivo de delito previsto y sancionado en el Código Penal.

El empleo de las redes sociales debe implicar responsabilidad
La trabajadora del Hospital General Docente Calixto García, de La Habana, que difundió imágenes irresponsables en las redes sociales, del fallecimiento del cantante Pablo FG, fue separa definitivamente del sector de la salud pública cubana
Tras una rigurosa investigación se comprobó que la técnica de electrocardiograma del centro entró al cúbico donde yacía el cuerpo con un teléfono celular escondido dentro de su ropa, haciendo comentarios impropios y contrarios a la ética y al respeto.
Las 13 personas que tuvieron contacto con el paciente fueron entrevistadas por una comisión del Ministerio de Salud Pública, y coinciden 12 de ellos en que la voz que se escucha en el vídeo es la de la personas, más tarde sancionada.
Al término de un análisis disciplinario se notificó a la implicada la medida aplicada que puede ser apelada, así como el director del hospital solicitó al ente provincial que inicie un proceso de inhabilitación en el ejercicio de la profesión.

“Yo lo grabé, no se lo pasé a mi esposo y no voy a decir nada más”.
Asimismo, en la realización de cualquier delito, constituye un agravante usar las redes sociales y la tecnología, lo cual queda claramente expuesto en el artículo 80.1, inciso q. del Código Penal, confirma el reporte del portal digital Cubadebate.
La investigación también reveló que, en el lugar del accidente, dos médicos que transitaban por allí atendieron al paciente y lo acompañaron en la ambulancia hacia el hospital, mostrando un gesto solidario acorde a los principios médicos.
Estas acciones subrayan el compromiso de los galenos de la mayor de las Antillas con la ética profesional y la necesidad de tomar medidas preventivas para proteger la privacidad y la dignidad de los pacientes en un futuro, añade la fuente.
En el centro de la controversia se encuentra un doloroso video grabado poco después de la muerte de un querido artista, lo que ha generado una ola de indignación y cuestionamientos éticos en la sociedad cubana.