Su reñida victoria consolida el esperado giro a la izquierda de América Latina.
“Quisieron enterrarme vivo y aquí estoy”, dijo Luis Luiz Inácio Lula da Silva al ganar este domingo estrechamente la presidencia en la segunda vuelta de comicios en Brasil con 50,87 por ciento de los votos validos, destaca Prensa Latina.
Así el aspirante presidencial del Partido de los Trabajadores (PT) derrotó al mandatario de tendencia ultraderechista Jair Bolsonaro, quien ambicionaba reelegirse por el Partido Liberal y recibió un 49,13 por ciento de los sufragio.
A sus 77 años de edad, el izquierdista será el presidente con mayor edad en asumir el cargo y el primer brasileño en entrar por tercera vez en el Palacio de Planalto, tras liderar el país entre 2003 y 2010, según el canal Rusia Today.
Aunque con la victoria de Lula se consolida el esperado giro izquierdista de América Latina, el estrecho margen, el más ajustado desde la redemocratización del país, refleja las divisiones que persisten en el gigante sudamericano.
Como era de esperar, Bolsonaro comenzó liderando el conteo, pero fue rebasado por Lula a medida que iban entrando los votos de los estados pobres de la nación, y al término de los comicios el abstencionismo alcanzó casi el 21 por ciento.
La victoria de Lula simboliza su espectacular renacer, tras su encarcelamiento y luego la negación a sus derechos políticos en 2018, que concluyó con una espuria condena por corrupción en el contexto de la operación Lava Jato.
Los analistas le auguran a Lula, -quien ocupará el puesto el primero de enero próximo- un gobierno difícil porque estas elecciones han dejado un Congreso más derechista y conservador, dominado por partidos aliados al bolsonarismo.
“Queremos volver para que nadie nunca más ose desafiar la democracia y para que el fascismo sea devuelto a la alcantarilla de la historia, de donde jamás debería haber salido”, dijo al confirmar su candidatura en mayo.
