Otros cinco “países preocupantes” están también incluidos en la lista.
Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés) prohíben a los científicos de Cuba y otros cinco “países preocupantes” el acceso a 21 bases de datos biomédicas, por decisión de Donald Trump.
Estos programas contienen información sobre variación genética, casos de cáncer, enfermedades neurodegenerativas y más, como parte de un esfuerzo a largo plazo para evitar la entrada de extranjero a datos sensibles.
“En un momento en el que el estudio de la variación genética es fundamental para identificar las causas y curas de las enfermedades, esto parece una expresión inútil de despecho”, dice el experto cubano Pedro Antonio Valdés Sosa.
El reconocidos investigadores del en el Centro de Neurociencias de Cuba, hoy trabaja en proyectos en China en un laboratorio conjunto de la Ruta de la Seda, también incluida en la medida, al igual que Venezuela, Irán, Corea del Norte y Rusia.
El Estudio de Desarrollo Cognitivo del Cerebro Adolescente, que incluyen imágenes de resonancia magnética funcional de más de 11,000 niños en EE.UU, están entre los recursos que ahora están fuera del alcance de esas naciones
“Este nuevo bloqueo definitivamente retrasará nuestra comprensión de muchas enfermedades y potencialmente afectará a los pacientes”, explica Tania Crombet, directora médica del Centro de Inmunología Molecular de La Habana.