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Destacó por fusionar varias corrientes como el rock, la balada, el jazz y el son  

El interprete falleció a los 63 años de edad

Con la trágica muerte de Pablo Fernández Gallo, en un accidente del tránsito este sábado en el Malecón de La Habana, la música popular bailable cubana, pierde a uno de sus más virtuosos y expresivos exponentes.

Nuestras sentidas condolencias a familiares, amigos y al pueblo de Cuba, que lo privilegió, junto a otros grandes artistas, como uno de sus favoritos, lamentó en un mensaje en la red social  X el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel.

De acuerdo con imágenes que circulan en Facebook, el auto del cantante, productor y compositor colisionó con un ómnibus en la intersección de Calle 12 y Malecón en el residencial barrio habanero del Vedado, precisa Prensa Latina.

Paulo FG, fusionó varias corrientes como el rock, la balada, el jazz y el son, en una mezcla llena de textos novedosos, improvisaciones que rayan en el deslumbramiento de la cubanía musical, indica el sitio cubano Ecured.

En los cabarets Parisien, del Hotel Nacional; y del Salón Rojo, del Hotel Capri, de la capital; lo descubre el reconocido director de orquesta Adalberto Álvarez y pasa a integrar su agrupación, con la cual tuvo un amplio recorrido artístico.

Así quedó el vehículo que conducía el artista

Fue uno de los fundadores de la orquesta Dan Den, dirigida por Juan Carlos Alfonso, agrupación que en su primer año de lanzamiento arrasó con todos los premios nacionales de las encuestas de popularidad en las listas de éxito.

En 1989 grabó con Opus 13, agrupación dirigida por el maestro Joaquín Betancourt, un primer álbum, en el cual casi todos los temas son de su autoría, desarrollando vertiginosamente su talento como intérprete y compositor.

Con esa agrupación realizó sus primeras presentaciones internacionales en el Festival de Invierno de Finlandia y en varios escenarios de México y al regreso a Cuba creó su propia agrupación, Paulito FG y su Élite y grabó su primer disco.

«Tú no me calculas», con la EGREM (Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales) resultó un verdadero suceso musical en la mayor de las Antillas y Tokió, por una colaboración del productor japonés Ryu Murakami con Sony.

En lo adelante, el artista mantuvo una carrera vertiginosa que lo llevó a firmar con la disquera Magic Music y lo ubicó en los primeros planos del cancionero nacional, con numerosos temas que se mantuvieron entre los favoritos del público cubano.

 

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