La versión televisiva cubana, de la obra de Rómulo Gallegos es una de las mejores.
El derecho de nacer escrita por Feliz B. Cañet devino la primera radionovela, trasmitida en Cuba y poco después llegaría a la Televisión de la Isla, como la génesis del fenómeno social que hoy día constituyen este género.
A finales de los años 70 irrumpió en la pequeña pantalla del país caribeño “Doña Bárbara”, adaptación de la novela homóloga del escritor venezolano Rómulo Gallegos, uno de los grandes hitos de audiencia en espacios de ese tipo.
Dirigida por Roberto Garriga y protagonizada por dos grandes personalidades de la cultura cubana, la por siempre Doña Bárbara, Raquel Revuelta, y el prestigioso José Manuel Gómez como Santos Luzardo, ambos fallecidos.
Ella dueña de la hacienda «El Miedo», es una terrateniente, ruda e insensible por una experiencia traumática que tuvo de adolescente, el sufrimiento de una violación por un grupo de piratas asesinos que mataron además al gran amor de su vida.
El elenco lo integraron además Cristina Obín (Marisela Barquero), José Antonio Rivero (Lorenzo Barquero), José Antonio Espinosa (Balbino Paiba), Alejandro Lugo (Mister Dánger), José Antonio Rodríguez (Melquiades), entre otros.
La actuación de grandes figuras del teatro y la inserción de René López, como narrador omnipresente, de voz timbrada y diálogos certeros, fueron novedades que imprimieron profesionalidad y encanto a la puesta televisiva.
Daniel García, (Juan Primito) marcó pauta a partir de aquel jugueteo con los pájaros (rebullones) y la memorable exclamación ¡hartense bichos! que lo catapultó de actor de reparto a uno de los protagonista principales de la trama.
Cuenta García que el papel fue propuesto primero a Erdwin Fernández, quien declinó participar por otros compromisos y entonces Raquel, que era además la directora del grupo teatral donde trabajaba, propuso su nombre a Garriga.
En su libro Memorias de Juan Primito revive algunos de los mejores momentos del teatro cubano y el autor sin perder sus raíces después de su salida de Cuba en 1992, combina anécdotas, cuentos y reflexiones en 37 capítulos.
Solo Susana Pérez, radicada en Miami, Cristina Obín, quien vive entre Venezuela y Cuba y el propio Daniel García (Orlando), propietario de la compañía Juan Primito Productions, sobreviven del elenco de la gustada telenovela.
Foto: Daniel García