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Entre los que planearon viajar en el barco figuraba un novelista de fama mundial y un pionero de la radio.

El multimillonario de 34 años Alfred Gwynne Vanderbilt, escapó al naufragio del Titanic, pero tres años después murió en el hundimiento del Lusitania. (Foto Internet)

El Titanic, el mayor barco del mundo en el momento de su botadura, naufragó en la madrugada del 14 al 15 de abril de 1912 durante su viaje inaugural desde Southampton a Nueva York y mil 514 personas de las dos mil 223 que iban a bordo, perdieron la vida, en una de las mayores catástrofes marinas de la historia, ocurrida en tiempo de paz.

El inmenso transatlántico, el segundo de los tres que formaban la clase Olympic, propiedad de la naviera  White Star Line y construido entre 1909 y 1912 en el astillero Harland and Wolff, en Belfast, se llevó consigo a las profundidades del océano a varias celebridades, pero otras lograron salvarse por casualidad.

Con el Titanic se hundieron sus prestigiosos capitanes John Jacob Astor IV y Benjamin Guggenheim, el co-propietario de las tiendas Macy’s Isidor Straus y el popular escritor estadounidense Jacques Futrelle, asi como el pintor y escultor Francisco Millet, y el mayor Archibald Butt, amigo y ayudante del entonces presidente William Howard Taft.

Otras muchas más personas prominentes podrían haber estado a bordo, pero los caprichos del destino lo impidieron; tal es el caso del novelista Theodore Dreiser, quien pensó regresar de su primer viaje a Europa en el lujoso vapor, pero un editor inglés lo convenció a última hora de tomar otro que resultaría menos costoso.

Al inventor italiano, Guglielmo Marconi, pionero de la telegrafía sin hilos y ganador del Premio Nobel de Física en 1909 se le ofreció el paso libre en el Titanic, pero con tres días de diferencia embarcó en el Lusitania, que curiosamente abordo en abril de 1915 en el viaje inmediatamente antes de que un torpedo alemán lo destruyera.

Milton Hershey, el Rey del Chocolate y su esposa disfrutaron del invierno en Francia y tenia previsto regresar a Estados Unidos en el Titanic, sin embargo cuestiones de negocios lo obligaron a cancelar y hacer la travesía en el América y hoy en día una copia del boleto del pasaje de ambos se conserva en el museo que lleva su nombre.

Milton Hershey extendió su imperio chocolatero a Cuba, donde construyó un central azucarero y un poblado para trabajadores. (Foto Internet)

El legendario financiero de 74-años de edad J, Pierpont Morgan, apodado el Napoleón de Wall Street, había ayudado a crear la General Electric y la industria del Acero en Estados Unidos en medio del pánico bancario de 1907 y entre sus variados intereses empresariales estaba la International Mercantile Marine Company.

Morgan asistió al acto de presentación de la nave en 1911 y tenía una suite personal a bordo con su propia cubierta privada en el paseo marítimo y un baño equipado con boquillas para puros de diseño especial, pero sólo por placer se mantuvo en la localidad francesa de Aix para disfrutar de masajes y baños de azufre durante las mañanas.

Henry Clay Frick, barón del acero en Pittsburgh y socio de su compatriota Morgan, canceló su pasaje en el Titanic cuando su esposa sufrió un esguince en el tobillo y tuvo que ser hospitalizada en Italia, mientra el deportista Alfred Gwynne Vanderbilt, heredero del imperio del ferrocarril, renunció también a su viaje y salvó la vida.

John R. Mott, influyente evangelista y quizá menos conocido en la actualidad, que compartió el Premio Nobel de la Paz en 1946 y a un colega suyo se les permitió viajar en el Titanic por invitación de un oficial de White Star Line interesado en su trabajo, pero se negó y en su lugar tomó el Laponia, un medio de transporte marítimo más humilde.

Como se puede comprobar entre los ilustres que planeaban viajar en el Titanic figuraba un novelista de fama mundial, un pionero de la radio y los más importantes y acaudalado magnates de Estados Unidos en aquella época, que sólo por obra del azar lograron ese fatídico día de abril de 1912, quedar en tierra para hacer el cuento.

Fuente/Fotos Wikipedia/ Supercurioso/Pinterest

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