Tienen protección con respaldo legal, algo impensado en buena parte del mundo.
El programa de atención a las personas con VIH/SIDA en Cuba, exhibe hoy día un incremento de la supervivencia, sin afectar su calidad de vida y con total reinserción en la sociedad y presenta la tasa de prevalencia más baja del Caribe.
El logro del país se fundamente en más de 30 años de trabajo y cuenta con una amplia política de pruebas de VIH para adultos, que incluye a las mujeres embarazadas, con marcada incidencia en la occidental provincia de Matanzas.
Destaca el hecho de contar con un grupo operativo encargado del respaldo al programa de prevención y control de la enfermedad y prestar particular importancia a los desafíos en el ámbito de la salud sexual y los derechos reproductivos.
Actualmente en la Isla padecen de VIH 34 mil individuos, de los cuales el 89 por ciento vive con carga viral suprimida y el 97 recibe tratamiento antirretroviral gratuito y universal accesible en cualquier lugar del territorio nacional.
Es el estado cubano el encargado de asegurar que las personas con VIH/SIDA gocen de protección con respaldo legal, algo impensado en buena parte del mundo como consecuencia, según expertos, de la violación constante de los derechos humanos.
Los resultados de la mayor de las Antillas basada en pruebas intensivas del VIH y el rastreo de parejas en edad fértil, podría considerarse como una posible medida para controlar la proliferación de la epidemia en otros países.
Cuba se convirtió en el primer país del mundo en eliminar la transmisión de VIH materno-infantil, el 30 de junio de 2015, tras validado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en fechas posteriores por esa institución.
Para Winnie Byanyima, directora ejecutiva de ONUSIDA el potencial científico cubano pudiera inspirar proyectos de cooperación Sur-Sur, con transferencia de capacidades y tecnologías a otras naciones en desarrollo.
