Escapó cuatro veces de prisión sin apelar a la fuerza.
La película “I love you Phillip Morris” narra su historia
Steven Jay Russell, afamado estafador norteamericano de fines del siglo XX, artífice de espectaculares evasiones de prisión y maestro de la simulación poseía un coeficiente intelectual de 163, superior a los científicos Albert Einstein y Charles Darwin, o el empresario Bill Gates.
Tuvo más de 14 alias ¿Houdini? o ¿King Con? y durante sus fugas casi perfectas, se hizo pasar por juez de distrito, médico, oficial de policía o handymand, a lo largo de una carreta delictiva que comenzó el 21 de mayo de 1993, cuando protagoniza su primera escapada de la cárcel del Condado de Harris, en Houston, Texas.
A poco de huir y luego de falsificar credenciales y su propio curriculum, consiguió el cargo de asesor financiero de la North American Medical Management, para cinco meses más tarde apoderarse de 800 mil dólares, gracias a su destreza y la utilización de una cuenta paralela.
El impostor es atrapado, pero en medio del proceso llama a la fiscalía, haciéndose pasar por abogado tras acceder a una línea telefónica externa al sistema penitenciario y así obtiene una orden que redujo su fianza de 900 mil dólares a 45 mil y cuando la mentira se descubre ya viaja hacia Florida.
En el camino que lo condujo a convertirse en haz del fraude y tras la rejas nuevamente Russell logra escabullirse por la puerta principal del recinto carcelario, vestido con las prendas e identificación del personal de salud, aunque es capturado diez días después en Biloxi, Mississippi.
Una de las escenas del filme
En 1998 de regreso a prisión cumpliendo una sentencia de 45 años y otros 20 por su reciente huida, Russel simula que era portador del virus del SIDA, para lo cual deja de comer, toma laxantes, se auto provoca vómitos de manera reiterada y cambia los resultados de un análisis de sangre.
Hasta ingiere una sobredosis de pastillas que le causan un coma de casi cuatro días y todo bastó para que los galenos se creyeran el cuento y convencidos que sus horas estaban contadas lo envían a una clínica privada, ubicada en San Antonio, donde fragua con éxito su propia muerte.
Una vez más, era un hombre libre y el 20 de marzo de ese año, tramita un préstamo de 75 mil dólares del NationsBank de Dallas, cuyos funcionarios notan una actitud sospechosa en su proceder y lo denuncian a las autoridades, pero otra de sus brillantes ideas lo salva.
Finge sufrir un terrible ataque al corazón, con el logrado propósito desviar la atención y es trasladado a un hospital, bajo la custodia del FBI, y aunque resulte difícil de creer Stevens Russell, se las arregla para hacerse pasar por un agente de ese cuerpo y vuelve a poner pies en polvorosa.
El hombre que puso su inteligencia al servicio del mal, considerado el más célebre de los timadores de Estados Unidos, nacido el 14 de septiembre de 1957, regresa al penal un mes después al parecer de manera definitoria para cumplir una larga condena de 144 años bajo rigurosa vigilancia.
Una película sobre su vida y crímenes se estreno en 2009, con el sugerente título I love You Phillip Morris, protagonizada por Jim Carrey como Steven Jay Russell y Ewan McGregor como su novio Phillip Morris. En posible que su época de ingeniárselas como impostor y escapista ha llegado a su fin. ¿O no?
Fuente: Wikipedia
