Su extraordinaria obra literaria alcanzó honda repercusión en varios continentes.
La narrativa de Cesar López, revela la cotidianidad, el absurdo o lo fantástico
El poeta, narrador, ensayista, crítico literario y escritor cubano César López, Premio Nacional de Literatura 1999, falleció este martes en La Habana a la edad de 87 años, y deja como legado una extensa y abarcadora obra.
Nació en la oriental ciudad de Santiago de Cuba en 1933; estudió Filosofía y Letras en la Universidades de La Habana, Madrid y Salamanca, y en esa última casa obtuvo el doctorado en Medicina, pero su verdadera pasión fue la literatura.
Su poesía lo convirtió en una de las voces más relevantes de la mayor de las Antillas, desde la segunda mitad del siglo XX y su inigualable obra lírica aparece publicada en varios volúmenes, Según destaca el sitio web Cubarte.
Participó en la lucha clandestina contra el gobierno de Fulgencio Batista, en su ciudad natal, donde conoció y fue amigo del inolvidable revolucionario cubano Frank País, al que dedicara su poemario Silencio en voz de muerte (1963).
Ejerció una brillante carrera docente en universidades cubanas y en otros países como Escocia, Italia y Francia, y dictó conferencias en el Colegio de México, en la más alta casa de estudios de Londres, y también en Venezuela y Colombia.
Recibió el Premio OCNOS de Poesía (Barcelona 1971), las medallas de las Universidades de Turín y Málaga (1986-1988), la Distinción por la Cultura Nacional en Cuba (1988), y Chevalier de L´Ordre des Arts et des Lettres (París, 1994)
Entre sus innumerables lauros y reconocimientos por su destacada y extraordinaria trayectoria figuran además, la Distinción José María Heredia, otorgada en Santiago de Cuba, en 1995) y mereció también la Medalla Alejo Carpentier.
Fuente:CubaSí/Foto: Granma
