Requerirá de un mayor uso de la luz artificial.
El horario de verano, una práctica propuesta en 1784 en pleno siglo XVIII por el inventor norteamericano Benjamin Franklin, y luego generalizada en el planeta a partir de 1916, con el propósito de aprovechar mejor la luz solar finaliza el seis próximo.
A la una de la madrugada del seis de noviembre, se deberán atrasar una hora las manecillas de los relojes, con lo cual quedará restablecido el horario normal en los países del Hemisferio Norte, que requerirá de un mayor uso de la luz artificial.
En Estados Unidos esta etapa marca la entrada del invierno, particularmente en zonas más al norte del p, donde la hora adicional de luz se pierde al caer la tarde, aunque hay algunos estados como Arizona y Hawai que no emplean esta alternativa.
La referencia para el cambio de horario es el meridiano cero o de Greenwich, mientras otros países de la región que se mantienen al margen de esta práctica de carácter internacional son; Puerto Rico, Samoa, Guam, Islas Marianas del Norte y las Islas Vírgenes.
