La primicia corresponde al sacerdote jesuita Benito Viñes el 11 de septiembre de 1875.

Nació en Poboleda, Tarragona, el 19 de septiembre de 1837
El primer aviso de ciclón tropical documentado en la historia de la Meteorología y su probable trayectoria, lo redactó en La Habana, Cuba, el padre catalán Benito Viñes Martorell, el 11 de septiembre de 1875.
Viñes tuvo la singular iniciativa de enviar a los periódicos la nota en la que alertaba a los vecinos de la ciudad acerca de la proximidad de un huracán que, en un plazo inmediato, debía cruzar por las inmediaciones de la urbe.
Al día siguiente, fue publicado en el diario La Voz de Cuba y al sacerdote jesuita corresponde también la introducción del primer equipo de registro continuo de variables meteorológicas, destaca una reseña del diario Granma.
Entre los aportes notables que hizo Viñes Martorell al conocimiento de esta disciplina científica en Cubaz figura su trabajo Investigaciones relativas a la circulación y traslación ciclónica de los huracanes en la región de las Antillas.
Enviado por la Compañía de Jesús para asumir la dirección del Observatorio Meteorológico del Colegio de Belén, el padre Benito Viñes Martorell, llegó a la isla en marzo de 1870 y murió en La Habana, el 23 de julio de 1893.
Se destacó además como astrónomo y sismólogo, miembro de Mérito de la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de la capital de la mayor isla del Caribe y uno de los grandes científicos experimentales del siglo XIX.
Fue uno de los padres de la meteorología ciclónica y el último gran científico proveniente de la Escuela Universalista Española del siglo 18 y sus estudios resultaron decisivo para el conocimiento y la vida en las zonas tropicales.