Esta situación es una consecuencia de la suspensión de los servicios consulares en La Habana.
El consulado de la Embajada de Estados Unidos en La Habana, dejó de procesar visas para emigrantes cubanos durante el gobierno de Donald Trump, y a partir de ese momento esos servicios se trasladaron a la su legación en Guyana.
El drama de los padres cuyos hijos permanecen solos en ese país en espera de la expedición y aprobación del documento de salida legal a Estados Unidos, es una de las situaciones más compleja del proceso de reunificación familiar.
“Mi hijo está mal, él no está acostumbrado a eso”, dice entre lágrimas a Univisión Miami Juan Carlos Pérez, quien tuvo que dejar hace dos meses a su hijo de 17 años de edad en esa nación, pues su caso está bajo proceso administrativo.
“Llevamos varios años en esto, o sea, desde el 2017 que hice la reclamación hasta hoy sin saber por qué me han denegado todo esto, por qué me tienen a un niño menor de edad solo allí”, se lamenta Pérez al hablar con un reporte.
El gran temor que preocupa a este padre es que este primero de julio se vence el plazo de 90 días que tiene el joven para permanecer en Guyana, y aunque asegura que han luchado para obtener una respuesta de la Embajada nada a resuelto.
“Tengo 10 añitos, estoy aquí en Guyana”, dice al canal de televisora el niño Obdiel Ruiz. “Mi mamá se tuvo que ir y dejarme con la persona del hostal porque ella se tuvo que ir a trabajar ya no tenía dinero ya para pagar el hostal”, confiesa.
Sarahí González estuvo 73 días en Georgetown la capital guyanesa esperando por su visa para viajar a territorio norteamericano y su esposo Luis, que es cubano-estadounidense, viajó a la isla caribeña para recoger a su pequeño hijo de 4 años.
La historia reseña que tras varios meses que describen como muy “sufridos”, la familia pudo reencontrarse esta semana pasada en el Aeropuerto Internacional de Miami, pero fueron días de “angustia, desesperación, de llorar porque sientes que no puedes más”.
Esa larga estancia en el país puede llegar a costar hasta 10 mil dólares, por concepto además de pasajes y gestiones migratorias, y mientras esto ocurre los limitados servicios de este tipo que se prestan en la Cuba, marchan a paso de tortuga.
Fuente: MigraUsa







