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El guajirito huérfano que brilló como pintor y escultor.

Cirilo José Oliva Michelena desarrolló su obra durante la seudo república

Cirilo José Oliva Michelena, que dominó con maestría el arte de modelar, tallar y esculpir, figuró entre un extenso grupo de escultores que al finalizar el primer cuarto del siglo XX imprimieron a la producción de obras cubanas extraordinario impulso.

Nació el nueve de julio de 1892 en Jaruco, y tras cooperar con las tareas decorativas del Capitolio Nacional, elaborara obras como “El Entierro de Cristo”, “La Esfinge”, “los bustos de Carlos Manuel de Céspedes” y “Aurelio Melero”, entre otras.

Sus padres murieron cuando la guerra de independencia, presumiblemente durante la concentración ordenada por el gobernador general de Cuba Valeriano Weyler, y el pequeño es internado en la Casa de Beneficencia de la capital.

Antes de graduarse, Michelena comienza a participar en salones junto a los artistas más importantes de la época, hasta que en 1916 en los concursos de la Academia Nacional de Artes y Letras presentó “Los Chorritos de Jaruco”, “Laurel”, “Verano” y “Alba”.

El artista, que murió a los 70 años de edad el 23 de diciembre de 1967, en el Asilo Masónico, intervino en 1917 en una manifestación de pintura en el Salón de Bellas Artes con las obras “Paisaje”, “Sol y Flores”, “Cabeza de Hebreo” y “Estudio”

Esta es la escultura más conocida del artista por su ubicación en una céntrica avenida habanera

Inició sus estudios, primero en la Academia de Villate y luego continuó en la Academia de Pintura y Escultura de “San Alejandro”, en La Habana y siempre obtuvo matrícula de honor gratis en todas las asignaturas, con expediente académico brillante.

En 1919 se gana una beca para el extranjero y marcha a España para estudiar escultura en la Escuela de Bellas Artes de “San Fernando” y en 1923 se trasladó a Florencia (Italia) ingresando en el Regio Instituto de Bellas Artes.

Sentía un amor especial por la gente de su terruño y cada cierto tiempo visitaba a su hermana y amigos que conservaba en el municipio y en 1957, en  tributó a su trayectoria es declarado Hijo Emérito de la Ciudad Condal San Juan de Jaruco.

Ejerció como profesor en la Casa de Beneficencia de La Habana impartiendo Dibujo Natural pero continúa participando en las exposiciones de los salones de Bellas Artes y 1923 encontrándose en Italia comienza a trabajar de forma independiente.

De regreso a la mayor de las Antillas labora en el Ministerio de Obras Públicas donde realizó trabajos como la Copa Decorativa ubicada en 5ta. y 42,  Miramar, Ciudad de La Habana, que se caracteriza por su valor artístico ambiental.

Fue concebida por encargo del titular del sector en la mayor Isla del caribe, Carlos Miguel de Céspedes, durante el gobierno de Geraldo Machado (1925–1933), quien a la postre se agenció los lauros de la instalación de la imponente pieza de arte.

A partir 1928 Oliva Michelena se desempeña como profesor de la capitalina Escuela de “San Alejandro” y a pesar de estar vinculado a la docencia no deja de crear y participar con sus obras en eventos nacionales e internacionales.

Fuente: EcuRed/ Fotos: Museo Jaruco/Bellas Artes

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