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Sentaría las bases para terapias no invasivas que controlen el metabolismo.

Una innovadora investigación sugiere que las ondas sonoras, más allá de ser simples vibraciones audibles, podrían tener un impacto directo en nuestras células y, sorprendentemente, ayudar a reducir la acumulación de grasa en el cuerpo.

“Dado que el sonido no es un material, la estimulación acústica es una herramienta no invasiva, segura e inmediata, y podria beneficiará a la medicina y la atención médica”, afirmó Masahiro Kumeta, autor principal del estudio.

El equipo, liderado por científicos japoneses, diseñó un sistema de exposición de células cultivadas al ruido blanco, un tono de 440 Hz y uno agudo de 14 kHz, uno de los más altos que el oído humano puede detectar.

Los resultados del estudio, publicado en la revista Communications Biology, fueron impactantes y tras solo dos horas de exposición se observaron cambios en la actividad de 42 genes y, después de 24 horas, la cifra ascendió a 145.

El estudio destaca que muchas de las células expuestas no llegaron a convertirse en células de almacenamiento de grasa, y aquellas que sí lo hicieron, presentaron entre un 13 y un 15 por ciento menos de grasa que las normales.

Este descubrimiento en sus etapas preliminares, podría sentar las bases para futuras terapias no invasivas que ayuden a controlar el metabolismo e incluso acelerar procesos de curación en el cuerpo humano, precisa el canal RT.

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