La historia de uno de los mejores cocteles del mundo que debe su nombre al de una playa.
El daiquirí original se prepara con jugo limón
Un popular y mundialmente famoso trago debe su nombre a un paradisiaco rinconcito de la costa sur del oriente cubano, conocido como Playa Daiquirí, situado a una treintena de kilómetros, al este de la ciudad de Santiago de Cuba.
Tras la intervención armada de Estados Unidos en la guerra cubano española en 1895, tres importantes compañias mineras nortemericanas, inician la exploración y más tarde la extracción de hierro, en las colinas aledañas al balneario.
La combinación de 2/3 de ron y 1/3 de limón era sin lugar a dudas un calmante para la sed de los mambises libertadores cubanos, e imprimer nuevos brios en el combate, y a la que ellos llamaban “cachanchara”, siempre a montura del caballlo.
A principios del siglo XX el ingeniero Pagliuchi, capitán del ejército libertador consiguió reactivar unas viejas minas de cobre en la zona de Daiquirí y dicen que allí toma una bebida a base ron, limón azúcar de caña y hielo.
Estatua en el bar Floridita, en memoria de Ernest Hemingway y su preferencia por el Daiquirí
Entonces pregunta “¿Cómo se llama este cóctel?” y el responsable del lugar, un estadounidense, respondió: “Rum Sour”. en alusión a una bebida similar, pero preparada con whisky. Entonces Pagliuchi dijo: “Ese nombre es muy largo. ¿Por qué no llamarlo Daiquirí?”.
Ambos se trasladaron a Santiago de Cuba al Bar del “Club Americano”, y se explicó cómo se hacía, recomendando batirlo hasta servirlo muy frío, y como a todos gustó, la mezcla se hizo popular en el oriente cubano, hasta llegar a La Habana.
Se atribuye a Emilio González, el genial Maragato, cantinero de origen español, la introducción de la fórmula en el capitalino Hotel Plaza, pero lo cierto es que quien lo inmortaliza fue Constantino Ribalaigua Vert, el gran Constante del bar Floridita, la cuna del Daiquiri.
En 1939 el escritor norteamericano Ernest Hemingway, llega La Habana, donde vivió durante una veintena de años y casi por casualidad descubre El Floridita, que se convertiría en uno de los bares mas famosos del mundo y allí pasa horas tomando su Daiquirí.
Prefería que se lo sirvieran sin azúcar y con doble ron”. y así nace por iniciativa de Constante el coctel “Papá Hemingway”, que era como lo llamaban sus amigos cubanos, y años más tarde se le agregaría a la mezcla una onza de jugo de toronja.
