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La situación alcanza las características de una epidemia nacional que parece no tener cura. 

Una serie de tiroteos masivos ocurridos en las últimas semanas con un saldo de al menos una 23 fallecidos, estremecen a varias ciudades de Estados Unidos, como los efectos de una epidemia nacional que parece no tener cura.

La balacera más sangriento fue el 22 de marzo pasado en Boulder, Colorado, donde murieron diez personas y otro que ocurrió en Atlanta, Georgia, con seis mujeres de origen asiático muertas, según el reporte del portal TeleSur.

También en Orange, California, dejo de existir un niño y otras dos personas fueron heridas por un tirador, y más recientemente un incidente violento este jueves en Carolina del Sur, con un total de cinco personas fallecidas, incluyendo dos menores de edad.

a violencia con armas de fuego continuó durante este mes, ahora en Filadelfia después de que 11 personas fueran baleadas en un período de 24 horas, y donde se reportó el deceso de tres ciudadanos, informó la estación WPVI de ABC.

Al menos tres personas murieron y otras dos resultaron gravemente heridas, luego que un hombre armado abrió fuego en un concurrido bar del condado de Kenosha la madrugada de este domingo, mientras otras ocho perecieron en Indianapolis.

La violencia mediante ataques armados en Estados Unidos se ha exacerbado en los primeros cuatro meses del presente año, y solo en solo en marzo y abril los asesinatos en masa ascienden a cuatro o más vidas estadounidenses cada semana.

En 2020, los asesinatos en el país crecieron un 25 por ciento, de acuerdo con estadísticas oficiales, y por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, presentará órdenes ejecutivas para aplacar la violencia con armas de fuego.

Fuente/Foto: TeleSur

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