Con Donald Trump en la Casa Blanca.
La victoria del magnate norteamericano Donald Trump en las elecciones presidenciales de noviembre de 2016 supone una congelación del proceso de normalización de relaciones iniciado por el presidente Barack Obama con Cuba, según expertos.
Para cortejar el voto del exilio cubano en Florida, Trump prometió condicionar el proceso de normalización de relaciones emprendido por el actual mandatario a logros en materia de derechos humanos y libertades en la mayor de las Antillas.
La normalización de relaciones con Cuba, cuya prueba final es el levantamiento del embargo, se enfrenta también al Congreso, mayoritariamente encabezado por los republicanos en ambas cámaras tras las elecciones del martes ocho de noviembre.
Ese es el cálculo de los analistas, quienes indican, no obstante, que se espera que los políticos profesionales que asesoren al polémico magnate en comercio o política exterior, le persuadan de no hacer “algunas de las peores cosas que ha prometido.
