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Este miércoles entraron en vigor otras sanciones contra a la isla caribeña.

En Estados Unidos unos apoyan esta medidas, mientras otros las rechazan

La decisión de la administración Trump de retirar a la mayor parte de su personal de la embajada en La Habana, en respuesta a extraños incidentes de salud, dejó en un limbo a unos 20 mil cubanos que esperan emigrar a Estados Unidos.

A más de un año y medio de esa determinación miles de personas siguen esperando por visas para salir de la Isla caribeña, gracias a un programa de reunificación familiar virtualmente suspendido, según el diario El Nuevo Herald.

El procesamiento de las solicitudes de ciudadanos cubanos para visas de inmigrante se trasladó a la embajada de EEUU en Georgetown, Guyana, desde junio del 2018, pero esta decisión no parece haber resuelto el problema.

“Desafortunadamente, las circunstancias en la región limitan las opciones para el procesamiento expedito de todos los casos de inmigración de Cuba”, dijo una vocera del Buró para Asuntos del Hemisferio Occidental en el Departamento de Estado.

Este martes, el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, estableció enmiendas al Reglamento de Control de Activos de Cubanos, que incluye restricciones a los viajes familiares conocidos como “People to People”. (Pueblo a Pueblo).

Con la entrada en vigor de las nuevas regulaciones anunciadas, los buques de pasajeros y recreativos y los aviones privados y corporativos no serán elegibles para una excepción de licencia de OFAC, tan pronto como este cinco de junio.

También se trabaja para eliminar la autorización de los llamados viajes educativos grupales a Cuba, pero las transacciones relacionadas con las visitas se mantendrá por las licencias generales para ciertas categorías, aclara la información.

Las únicas aeronaves civiles que siguen autorizadas para dirigirse a la mayor de las Antillas son las comerciales que operan bajo Certificados de Operador de Transporte Aéreo u otras especificaciones de la Administración Federal de Aviación.

Además, mientras la Casa Blanca mantiene un discurso de querer apoyar al pueblo del territorio vecino, las nuevas prohibiciones deberán tener un impacto negativo en el país antillano, fundamentalmente en el sector privado, publica CubaSi.

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