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María Teresa Mestre, Gran Duquesa de Luxemburgo, nació en Marianao, el 22 de marzo de 1956, en el seno de una familia de la alta sociedad cubana.

Los tiempos en que los miembros de las monarquías arreglaba el matrimonio de sus hijos, en correspondencia con intereses políticos o para afianzar su linaje hoy día sólo forma parte del recuerdo, pero cada vez que en un plebeyo entra en la familia real, el hecho deviene acontecimiento de singular significación.

Es cierto que en la actualidad las instituciones monárquicas sólo constituyen símbolos del pasado y sus integrantes simples figurantes en ceremonias oficiales, mensajeros sin poder alguno y en casos aislados representantes ante otras naciones, única y exclusivamente por su rango social e histórico.

Edelmira Sampedro y Robato, nació el 15 de marzo de 1906 en Sagua la Grande, en la hoy central provincia de Villa Clara, unos 300 kilómetros de La Habana, y casi por azar conoció en Suiza a Alfonso de Borbón y Batterberg,  hijo del Principe de Asturias, de cuyo encuentro surgió el amor que los llevó al matrimonio en 1933.

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Kate Middleton atrajo al príncipe Guillermo, el día que participó en un desfiles de modas en la universidad de St Andrews.

El conde jamás recibió el reconocimiento de la familia real, sin embargo en Cuba era asediado por la prensa y la alta sociedad se disputaba su prensencia y hasta fue recibido por el presidente Carlos Mendieta, mientras Federico Laredo Bru, fue el padrino de su segunda boda con la también plebeya criolla Martha Rocafort Altuzarra en julio de 1937.

Luego rompió con la tradición impuesta, el príncipe Rainiero III, al casarse en 1956 con la actriz estadounidense Grace Kelly, ganadora de un premio Oscar, a pesar de las críticas y la avalancha mediática generada por la unión, que se efectuó con la casi total ausencia de las las casas reales europeas.

Desde entonces enlaces de ese tipo, sin renunciar al trono se han consumado, mientras las mujeres carentes de sangre azul marchan a la punta, pues sólo el alemán Claus Von Amsberg y Daniel Westling de Estocolmo, lograron el propósito por los hombres, al desposar a Beatriz de Holanda y Victoria de Suecia, respectivamente.

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La modelo Martha Rocafort, fue la segunda y última esposa del “Príncipe de Asturias” que no cabe dudas sentía preferencia por la mujer cubana.

Los encantos femeninos marcan pautas en estos trajines y notorios los lazos amorosos de la maestra y ex nadadora Olímpica sudafricana Charlene Wittstock y el príncipe Alberto II de Mónaco y la boda de la argentina Máxima Zorreguieta con el heredero de los Países Bajos Guillermo Alejandro Orange-Nasau.

Letizia Ortiz Rocasolano, una periodista española, es Princesa de Asturias, por su relación con Felipe de Borbón, la australiana Mary Elisabeth Donaldson, sello lazos matrimoniales con Felipe de Dinamarca en 2004, al igual que Masako Owada, que se casó con el hijo del emperador japonés Hiroito

También llegaron a las familias reales las plebeyas Silvia Renate Sommerlath, nacida en Alemania, Lilian May Davies, oriunda de Inglaterra, y las noruegas Sonja Haraldsen y Mette Maritt Tjessem, esta última ya tenía un hijo y optó por vivir en unión libre con el príncipe heredero, al cual conoció en un festival de Rock.

La cubana María Tereza Mestre, que abandonó su nación de origen en 1959, tras el triunfo de la Revolución de Fidel Castro, conoció a su actual esposo el príncipe heredero Herri de Luxembrugo, en la Universidad de Ginebra, donde ambos estudiaron Ciencias Sociales y contrajeron nupcias en 1981.

Kate Middleton, que proviene de una familia obrera y Guillermo de Inglaterra, hijo mayor de la Princesa Diana, fallecida en 1997, siguen acaparando la atención mundial y como Maria Teresa y Herri, se enamoraron mientras estudiaban una carrera universitaria.

Meghan Markle, estadounidense y ex-actriz de la serie Suits, conoció al príncipe Harry en 2016, través de un amigo común, cuando este era uno de los solteros más codiciados, pero esa historia no es tan rara como podría parecer.

De Grace Kelly a Lee Radziwill– que vivieron el cuento de hadas moderno y se casaron con la realeza, suman nueve las norteamericanas que se colaron en las casas monárquicas y la primera fue Alice Heine, al enlazar su vida con Alberto I de Mónaco en 1889.

Fuente/Fotos: Internet

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